IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
EL ASILO EN MÈXICO
No podía ser de otra manera, sin embargo que vergüenza que la reacción criolla mexicana ahora se desgarra las vestiduras porque nuestro gobierno le ha otorgado asilo político al presidente renunciante de la República de Bolivia, Evo Morales.
No sabemos a bien si desconocen o se hacen que desconocen, lo que es el Asilo Político y la gloriosa historia que México a escrito al prodigar esta protección a hombres y mujeres que están en peligro de perder hasta la vida en sus países de origen.
Desde luego que esta actitud de los reaccionarios de siempre no es nueva, siempre han protestado, nos obstante que aseguran defender la vida desde el nacimiento, lo absurdo y demencial es que cuando se trata de un personaje contrario a sus ideas medievales, lo que quieren es quemarlo con leña verde.
Unicamente para ilustrarlos, les exponemos que el Asilo Político es un pricipio constitucional y “está regulado por normas internacionales que da responsabilidades tanto al país que acoge al refugiado y también a la persona que está solicitando la ayuda”. consiste en brindar asistencia a un personaje que tuvo que huir o fue expulsado de su país debido a problemas enteramente relacionados a la política. Este es un derecho inviolable.
El país, en este caso México, puede no permitir la vuelta del personaje a su país de origen si su vida, seguridad o libertad corren peligro. También es posible brindar esta ayuda fuera del territorio nacional, siendo las embajadas un lugar donde los funcionarios y en su caso sus familias, pueden permanecer resguardados y la seguridad depende íntegramente al país que está dando el asilo político.
Recordemos que también esa reacción se opuso a la protección que México brindó en tiempos del presidente Lázaro Cárdenas del Rio, a los refugiados españoles, muchos de ellos niños, y en tiempo de Luis Echeverría a las decenas de ciudadanos sudamericanos, muchos de ellos periodistas, cuando las brutales dictaduras castrenses.
Sólo para refrescarles la memoria a estos sujetos, recurro a Forbes, para mencionar a algunos de los famosos personajes a los que México protegió con el asilo político:
Primero a un ícnono de la historia latinoamericana, el libertador, José Martí, quien llegó a México en 1875 luego de que sufriera un exilio por parte de España como una forma de castigo por su lucha en Cuba:
En 1937 a León Trotsky, impulsor de la revolución Rusa; en 1938 al celebre cineastas español, Luis Bueñuel; en 1973 a Hortensia Bussi, viuda del presidente mártir de Chile, Salvador Allende; en 1976 al presidente argentino, Héctor José Campora; en 1978 a Rigoberta Menchú, la defensora de los derechos de los pueblos indígemas, cuatro años despues fue investida con el Premio Nobel de la Paz, y a Manuel Zelaya, expresidente de Honduras, quien recibió asilo político por parte de Felipe Calderón.
Bienvenido sea el primer presidente indígena de la historia, Evo Morales y saludamos que el gobierno de la Cuarta Transfomación rescate la tradicional, limpia, comprometida y valiente política exterior, que tanto prestigio ha dado a nuestro México.