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COMENTARIO A TIEMPO

IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
NUEVO PARADIGMA VIII
Los agoreros del desastre y del sarcasmo se quedaron nuevamente con las ganas de ver fracasar al presidente Andrés Manuel López Obrador en su primer Grito de Independencia y en el Primer Desfile del 16 de septiembre que encabezó; actos conmemorartivos del 209 aniversario del incio de la Independencia de México, la Primera Transformación de nuestra historia patria.

Quedó una vez más comprobado, que estamos en un nuevo paradigma de gobierno, al romper el Jefe del Ejecutivo con viejas y caducas reglas y dar paso a un protocolo austero que desde luego no desmereció en su brillantez y decoro.

Recogemos de entre todas las cientos de respuestas de los mexicanos en la plancha del Zócalo, es decir del pueblo mismo: “Tengo, afirmó hombre de edad madura, varios años de venir a presenciar el Grito, y puedo asegurarles, que siempre nos trataban como delincuentes en las revisiones policíacas, ahora fue de respeto a nuestra condición humana”.

Los dos actos transcurrieron en un ambiente del más alto fervor patrio y los sarcasmos se fueron al cesto de la basura, pues en la arenga de Andrés Manuel López Obrador, de 20 vivas, tres dedicadas a México, quién puede en su sano juicio negar que rindió honor nuestros más insignes héroes y a nuestros ideales más altos; desde luego, el “viva Bartlet”, de los chistoretes banqueteros, que aún no asimilan que México tenga un gobierno de izquierda, se quedaron con un palmo de narices; sí la de todos ellos.

En un minuto 38 segundas lanzó su vivas a la Independencia, a Miguel Hidalgo y Costilla, a José María Morelos y Pavón, a Josefa Ortiz de Domínguez, a Ignacio Allende, a Leona Vicario, a las madres y padres de nuestra patria, a los héroes anónimos, a el heroico pueblo de México, a las comunidades indígenas, a la libertad, a la justicia, a la democracia, a nuestra soberanía, a la fraternidad universal, a la paz, a la riqueza cultural de México, y termino con los tres “Viva México”, si sabemos de matemáticas fueron 18 loas, la última repetida tres veces.

En el Grito lo compartió con el pueblo reunido en la Plaza de la Constitución, ahí se escucharon las ordenes militares y se cantó el Himno Nacional, en el pasillo que da al Balcón central de Palacio Nacional el Presidente de la República, sólo compañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller; en la ceremonia, como indica el protocolo, sólo él y la Escolta de cadetes que le entregó nuestro Lábaro Patrio, ya en el balcón las vivas fueron coreadas por el pueblo entusiasmado, para despues tocar la sagrada “Campana de Dolores”

En la Parada Militar lo nuevo, muy aparte, de la gallardía de las fuerzas armadas y de seguridad, fueron los carros alegóricos dedicados a los programas sociales de la Cuarta Transformación que encabeza López Obrador; la presentación de la Guardia Nacional y la participación de niñas y niños.

El festejo de la víspera se inició cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, izó la Bandera monumental del Zócalo y pasar revista desde un vehículo militar, acompañado de los Secretarios de la Defensa y de Marina.

El Parte fue “sin novedad”, tambien los agoreros se quedaron con las ganas de que ocurriera algo grave, así son de perversos; el paracaidista, que al descender en la calle de Corregidora tuvo un percance, sólo sufrió lesiones leves. CONTINUARÁ.