IMPULSO/Teodoro Rentería Arróyave
Pacto bilateral
Llegó el día, hoy estaremos en la Feria Universitaria del Libro, FUL, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, UAEH, a partir de las 12:00 horas en la presentación de nuestro libro: Mi Vida Son Nuestras Batallas, mismo que denuncia los asesinatos y desapariciones forzadas de periodistas.
Con todas las previsiones a que dan lugar las actitudes cambiantes del presidente magnate Donald Trump, es de congratularse que los equipos de los gobiernos de México y Estados Unidos, con la participación muy puntual de un representante del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, el economista Jesús Seade Kuri, hayan logrado un acuerdo bilateral como paso previo a la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN.
Fueron los propios presidentes Trump y Enrique Peña Nieto, quienes anunciaron el pacto mediante una llamada telefónica que fue ampliamente difundida por radio y televisión en las dos naciones con repercusiones muy amplias en el mundo entero.
Lo que falta para que el acuerdo bilateral se convierta en el nuevo TLCAN es que se sume al mismo Canadá, situación compleja pero superable, puesto que a pesar de las diferencia del gobierno del primer ministro Justin Trudeau con el de Trump, ni a la nación de la hoja de maple ni a los otros dos países vecinos les convienen estar separados.
Por lo pronto es de resaltarse que el “Acuerdo Comercial” alcanzado por los equipos de Estado Unidos y México –nuestra nación representada por los secretarios de Relaciones Exteriores y Economía, Luis Videgary Caso e Ildefonso Guajardo Villarreal, respetivamente, y por el mencionado representante del gobierno que inicia el primero de diciembre próximo-, al contrario del TLCAN firmado en 1992 y que era indefinido, este tendrá una duración de 16 años, con revisión cada año a partir del sexto.
Entre las reglas que más se han difundido, se encuentra la que respecta a la fabricación de automóviles, que contempla un 75 por ciento entre México y Estados Unidos, con la novedad de que entre un 40 a un 45 por ciento de las partes deberán hacerse en lugares donde los trabajadores ganen 16 dólares la hora.
Es de recordarse, que también una de las condicionantes de Canadá es que los trabajadores mexicanos tengan mejores salarios.
Peña Nieto en la conferencia telefónica expresó: “Celebro el entendimiento que ha habido entre los dos países sobre el TLCAN, en este interés que ha habido desde hace varios meses de renovarlo, de actualizarlo, y generar un marco que potencie la competitividad de Norteamérica… es nuestro deseo ahora que Canadá pueda incorporarse”.
Por su parte, Trump afirmó: “Estoy muy agradecido… Hemos llegado a un acuerdo mucho más sencillo para nuestros dos países… Todavía tenemos mucho qué hacer con Canadá… Prefiero llamarlo acuerdo comercial entre México y Estados Unidos, porque el Tratado de Libre Comercio de América del Norte tiene una mala connotación en Estados Unidos, porque ha sido injusto”.
Andrés Manuel López Obrador no se ha manifestado al respecto, sin embargo su futuro canciller, Marcelo Ebrard Casaubón, fue explícito al afirmar que el “entendimiento es un avance positivo entre ambos países y recoge las principales preocupaciones del presidente electo, en especial el tema energético”.
Por lo pronto los mercados descansaron, no se dio la crisis que nadie en su sano juicio quería, aunque sí hubo los agoreros de siempre que la anhelaban.