IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
Se acabó la era Rajoy
Como lo habíamos augurado desde muchos meses atrás, se acabó la era Rajoy, la era del neofranquismo, de la ultraderecha y de la corrupción a ultranza en la España, así lo dieron a conocer todos los medios de la nación ibérica, entre ellos La Vanguardia, que no es tan vanguardista. El portavoz del Partido Nacionalista Vasco, PNV, en el Congreso, Aitor Esteban, ha tenido en esta jornada a todo el arco parlamentario pendiente de su intervención, El PNV finalmente decidió en una reunión de su ejecutiva apoyar la moción de censura y tumbar a Rajoy.
Eran las dos de la madrugada de este jueves 31 de mayo, cuando nos sorprendió la transmisión por televisión en vivo de los debates en las Cortes, los argumentos de los opositores a Mariano Rajoy eran contundentes, a tal grado que Pedro Sánchez Pérez-Castejón, líder del Partido Socialista Obrero Español, PSOE, invitó a Rajoy a renunciar con estas palabras: “Es Usted aferrándose al cargo, quien asume la autoría de la moción de censura”. Para luego lanzar la invitación: “Por el país, dimita, y si no, señorías, por el país, hagámosle dimitir”.
Todo estaba preparado para que ello ocurra, pero como es nuestra responsabilidad y por las veleidades de la política, esperemos que ello se cumpla este viernes. Es más, cuando ustedes lean o escuchen este Comentario a Tiempo, todo seguramente habrá terminado.
Por eso mismo nos remitimos al análisis profundo de Ramón Cotarelo, politólogo, catedrático y escritor español, quien en su artículo contundente de la víspera, que nos hizo llegar nuestro colega corresponsal en Catalunya, Joan Vila, afirma en sus partes esenciales:
Antes, déjenos decirles, que Rajoy cobarde, al saber que pierde la Moncloa, abandonó su escaño, mientras entre lamentos miembros de su Partido Popular, PP; declaraban: no nos vamos “Nos echan”, que otra cosa esperaban. Ahora los conceptos de Cotarelo:
“Desde mi más profundo desprecio. Parece que, por fin, se van ustedes. Usted, aferrado a la poltrona como una garrapata, resistiéndose con todas sus fuerzas y dispuesto a que el país se hunda antes que abandonar su puesto en La Moncloa, en el que no ha hecho usted más que daño a la inmensa mayoría de los españoles. Mentiroso, altivo, autoritario y servil con los de arriba, presunto corrupto y amparador de corruptos y ladrones, falso, inculto, vulgar y pretencioso, realmente es usted una vergüenza para cualquier país civilizado.
Y la banda de ladrones a la que llama usted partido, cortada a su imagen y semejanza. O al revés, tanto da. No han dejado ustedes un euro público sin metérselo en el bolsillo; han robado en prácticamente todos los cargos públicos que han ejercido. No hay más que ver Valencia. Han malversado, despilfarrado o simplemente trincado en todas las actividades de la administración pública, en las adjudicaciones, licitaciones, contratas, concesiones y subvenciones. Se han apropiado dineros públicos de todas partes, desde las instituciones más solemnes a los colegios de niños y los programas de solidaridad internacional, desde las dotaciones de infraestructuras hasta las contratas de suministros a los hospitales. No es que carezcan ustedes del mínimo sentido de la ley moral kantiana; es que son ustedes una banda de granujas”.
Habrá tiempo y espacio de reproducir integro el artículo de Cotarelo.