Diciembre 23, 2024
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IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
Ligeras variantes
Todos hablan del debate que protagonizaron los cinco candidatos a la Presidencia de la República, hay que decirlo, nuestros colegas conductores, mismo en el que los aspirantes unos y suspirantes otros, podríamos apuntar, que quedaron tablas con ligeras variantes.
En nuestro apretado comentario para radio, puesto que el escrito lo tuvimos que enviar por razones de cierre de los medios mucho antes de que empezara en encuentro del Palacio de Minería, afirmamos que, según nuestra apreciación, no cambiarán mayormente las encuestas: López Obrador seguirá como puntero, Anaya subirá algunos dígitos, al igual que El Bronco, a costa de Meade y la señora Calderón.
Si algo apreció el respetable fue el ataque sistémico a Andrés Manuel López Obrador, mismo que denunció en plena faena, cuando afirmó con su típico léxico: “Me quieren echar montón”.
En efecto, así fue, los cuatro se le fueron una y mil veces a la yugular, desde luego, hizo caras de molestia o de risa contenidas, pero no cayó en el garlito de sacarlo de quicio. Iba muy bien aconsejado y preparado.
Según lo he escuchado o nos lo han preguntado, sí fue técnica y para ello se habían puesto de acuerdo. No lo creemos, todos tenían que pegarle al puntero para bajarlo de su nivel.
Sin embargo, suponiendo sin conceder, que en efecto había un previo acuerdo para pegarle al negro, perdón, al morenista, el mismo falló rotundamente por los encontronazos personales en que cayeron Ricardo Anaya Cortes y José Antonio Meade. Los ataques a López Obrador fueron juegos de niños que, ya por sabidos, cansan.
Publica el semanario Proceso en su portal una muy buena investigación, en la que se da a conocer que el debate se caracterizó por ataques a Andrés Manuel, descalificaciones, evasivas y por datos y frases falsas.
Resume la investigación que Anaya cayó en tres mentiras, dos “El Bronco”, una de Meade y otra de AMLO. Lo grave de las mismas es que las imputaciones de Ricardo contra López Obrador son falsas; las cifras de “El Bronco” sobre los buenos resultados de su gobierno también son mentiras. Sobre las cifras de cerca de un millón de víctimas de la violencia es de tres años y no de dos sexenios como lo afirmaron Anaya y López Obrador.
Finalmente, es de explicarse que López Obrador recurrió a la técnica boxística de los últimos rounds: si vas ganando, para quÉ te expones a un nocáut. Por todo ello, no sorprende la última declaración de Andrés Manuel: “Salí ileso de las calumnias”.
Uno es ser bronco y otra incivilizado, en ello cayó el Gobernador con licencia de Nuevo León cuando afirmó que “cortar manos a ladrones es una iniciativa sería”, nunca llegará a Presidente de la República.

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