Cirquero o candidato
Teodoro Rentería Arróyave
En este Día del Amor y la Amistad, la dedicatoria es a la amada Silvia, a los hijos, a los nietos, a toda la parentela, a los amigos y a todas las conocencias que me nutren y me enriquecen.
Hoy, terminamos la serie que bien podríamos calificar de “los deslices” de los precandidatos, que como hemos sostenido, sus precampañas son verdaderas campañas por su condición de candidatos únicos; el turno es Ricardo Anaya Cortés de la coalición integrada por los partidos Acción Nacional, PAN; de la Revolución Democrática, PRD, y Movimiento Ciudadano, MC.
Antes, es de recordarse el enfrentamiento del presidente del MC, Dante Delgado Rannauro, quien al igual que el presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, también cayó en un desliz del impedir que los reporteros cuestionaran al precandidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, al pedirles que sólo se atengan a los boletines de prensa.
Textual, les espetó rompiendo todas las reglas de la sintaxis: quiero “decirles con precisión que a partir de hoy nos incluimos en la estrategia política…Vamos a enseñarle a la sociedad que tenemos mensaje político para que éste cale profundamente en el sentido de la dirección que estratégicamente se va a manejar y no en las ocurrencias de quienes responden y a las ocurrencias de quienes preguntan”.
Además de esto, Ricardo Anaya Cortés, seguramente cree en eso de que es el “Niño Maravilla”, ya que además de querer demostrar que es el jovencito de los contendientes a la Presidencia de la República, sin extremar precauciones, en su cierre de la que disque precampaña, cayó en el desliz de llevar a cabo un acto circense sin sentido por absurdo.
Ricardo en una plaza pública de Coatzacoalcos, Veracruz, que le resultó pequeña, al cerrar la primera etapa del proceso federal electoral, se subió a una de las torres que sostenían el escenario, sólo para afirmar:
“Desde aquí les decimos en Los Pinos: vayan preparando sus maletas, sus días están contados, desde el sur de Veracruz desde Coatzacoalcos les decimos: fuera, fuera, fuera, me voy a subir aquí porque quiero que desde lo alto hagamos un compromiso, quiero agradecerles a todas y a todos por estar hoy aquí, nos quedó chiquita la plaza, ¿sí o no?, vamos a lograr un cambio a nivel nacional, ¿sí o no?, arriba y la V de la victoria para México, arriba la V de la victoria y que se escuche fuerte y claro: viva Veracruz”.
Los asistentes se repartieron en dos, los que aplaudían y los que reían por la puntada maromera. Después al igual que José Antonio Meade Kuribreña, insisten en depender su agenda de la de Andrés López Obrador, cuando afirmó:
“Yo estoy verdaderamente contento y entusiasmado porque nuestra campaña ha crecido muchísimo, nuestros números, las encuestas propias coinciden con ésta que publica hoy de Mendoza Blanco y Asociados en donde hay un empate técnico en el primer lugar entre mi candidatura y la de Morena y en donde el PRI se confirma se desfondó, está en un verdaderamente lejano tercer lugar, están dadas todas las condiciones para que ganemos”.
Ahora resulta que los tres están en empate técnico y los deslices continúan. Ricardo tiene que definirse: ¿Candidato o cirquero?