IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
La prensa y el poder
El nuevo escándalo que por abuzo de poder protagoniza el actual “dueño” de la Casa Blanca, Donald Trump, demuestra una vez más la importancia de la prensa para denunciar y contener a estos oligarcas; son los medios de Estados Unidos con el apoyo de los internacionales los que están marcando la lucha por el equilibrio en la gran potencia mundial.
En México desde hace ya bastante tiempo estamos inmersos en la discusión de nombrar al Fiscal de la Nación, autónomo y transexenal de acuerdo a la ley aprobada. Las resistencias no lo han permitido.
En la nación vecina, respecto del Director General de la Oficina Federal de Investigaciones -FBI por sus siglas en inglés-, traspasa su nombramiento los periodos presidenciales, sin embargo, el Ejecutivo tiene la potestad de despedirlo, sin embargo existe una tradición democrática de respeto a dicha posición.
El magnate Donald Trump, carente de todo escrúpulo, despidió fax tras, a James Comey de la dirección de FBI, por estar empeñado, de acuerdo a sus obligaciones juramentadas, a investigar la presunta interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, incluyendo a sus socios de campaña de Trump sobre sospecha de que de alguna manera estaban trabajando en coordinación con el gobierno de Vladimir Putin.
James Comey fue nombrado por el anterior presidente, Barack Obama, para un periodo de 10 años; además había recibido el elogio de Trump por haber destapado la investigación de los supuestos correos de su entonces oponente, Hillary Clinton, en instrumentos cibernéticos particulares.
Es obvio que al Donald no le gustara que el FBI lo investigue sobre la posible ayuda de Rusia para asegurar su triunfo en las elecciones del pasado cuatro de noviembre. Investigación que por cierto encabeza el Senado estadounidense.
La prensa de inmediato comparó el inesperado y asombroso despido del director del FBI, con el escándalo que protagonizó en 1973 el entonces presidente, Richard Nixon, al ordenar el cese de Archibald Cox, el fiscal especial que estaba a cargo del caso conocido como Watergate; el procurador general y el subprocurador general de ese tiempo rehusaron acatar la decisión del mandatario y renunciaron, tal situación le costó la presidencia a Richard Nixon.
Ahora los demócratas, analistas, políticos de ambos partidos y las juntas editoriales exigen que se nombre un fiscal especial independiente para encabezar la investigación sobre los vínculos de asociados de Trump con los rusos. Además, nos enteramos por la prensa europea, que el Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos ordenó al general retirado Michael Flynn, ex asesor de seguridad nacional del presidente, Donald Trump, que entregue documentos relacionados con Rusia.
La mayoría de la prensa y sus analistas, insisten en que la grotesca decisión de Trump ha puesto en riesgo el poder del presidente de Estados Unidos y el orden constitucional del país. La prensa, nuevamente demuestra que es muro de contención y de equilibrio ante los abusos del poder. [email protected]