IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
El necesario análisis
En seguimiento a la entrega anterior, en la cual emplazamos al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a que, de acuerdo a su sensibilidad política, revisara y analizara en forma exhaustiva el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas por su nula eficacia, aportamos o repetimos otros argumentos al respecto.
Ya dejamos claro, que desde que Felipe de Jesús Calderón Hinojosa en su desgobierno inauguró tal protocolo, lo impuso con todos los vicios que lo hicieron inoperante.
De acuerdo a la normatividad, las organizaciones de defensores de derechos humanos y periodistas, nótese al final los informadores y con problemática diferente los juntaron en un solo protocolo, tenían derecho a proponer candidatos para elegir a nueve consejeros.
Cuando el Gremio Periodístico Organizado de México, en aquellos años conformado por la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, Club Primera Plana y Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP-México, nos negamos a participar en vista de que nos percatamos que los “dados estaban cargados” a favor de los emisarios del propio Calderón.
El tiempo nos dio la razón, a tal grado que los pleitos internos fueron del dominio público por esa misma vergonzante posición gubernamental.
Si a Cecilio Pineda Brito, el más reciente periodista masacrado, el segundo del actual año y que representa, por demás lamentable, el asesinato 262, ocurridos desde 1983 a la fecha, le fueron negadas las medidas cautelares, por que según ese protocolo no había indicios de que peligra su vida.
Ese no es el único caso de negligencia inexplicable o de criminal indolencia, el Pedro Tamayo Rosas fue asesinado la noche del miércoles en su domicilio de Tierra Blanca, Veracruz, a pesar de encontrarse bajo protección del Estado por el hecho de haber recibido amenazas:
El reportero trabajó en el medio digital de Veracruz, El Piñero de la Cuenca y diversos medios de comunicación del estado y escribía bajo el pseudónimo de “En la línea de Fuego” y documentaba los casos de violencia registrados en su ciudad natal: Tierra Blanca.
Son dos periodistas asesinados en los últimos meses, pese a que se supone que estaban protegidos por el protocolo de protección que depende de la Secretaría de Gobernación.
Todo lo anterior es inadmisible, por tanto el llamado al secretario Osorio Chong, es de urgente necesidad. Son demasiados homicidios en contra de las libertades de prensa y expresión y más, que prevalezcan en la vergonzosa impunidad. Por tanto es de imperiosa necesidad, el análisis del fallido Mecanismo de referencia.
Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP. [email protected]