Diciembre 23, 2024
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IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
Una es una y otra es otra
Es muy posible que estemos llegando a la conclusión, sobre todo por el lenguaje mordaz, injurioso y lleno de calificativos que usa la Arquidiócesis de México en su semanario para comunicarse con sus fieles y demás llamado “Desde la fe”, de que una es la Iglesia Católica, Apostólica y Romana de México y otra muy diferente la que desde el Vaticano encabeza el papa Francisco.

También es de aclararse, por las manifestaciones que se han dado, que una es la Iglesia que comanda el inefable cardenal arzobispo de México, Norberto Rivera Carrera y otra la que representan otros jerarcas en las diferentes arquidiócesis que existen a lo largo y ancho del país.

Analicemos la última perla del semanario, que por cierto de fe, sólo tiene la mano férrea, los pronunciamientos, vulgares, grotescos, ordinarios, bajos e insultantes, reflejo de su mandamás en el purpurado capitalino, misma para censurar a la futura primera Constitución Política de la Ciudad de México, por su “pecado” de ser la más avanzada del país.

Al lanzarse una vez más contra el aborto, cuyo derecho a las mujeres contempla la norma de la Ciudad, la calificó de bodrio y a los diputados constituyentes de izquierda “de populistas, de desmesurados y esquizofrénicos” por, según sus cerrados análisis, “otorgar derechos a los animales y colocar por delante las decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el aborto”.

Es decir, también se lanza contra el tribunal civil más alto de la Republica, sin tomar en cuenta el antiguo axioma bíblico: lo que es de Dios es de Dios y lo que es del César es del César, y obvio, se olvida de la ley juarista vigente de la separación Iglesia-Estado, ahora diríamos con las reformas precisamente constitucionales, Iglesias-Estado.

El editorial del semanario Desde la fe, después de otorgarle el calificativo de “bodrio” a la futura constitución de la Ciudad de México, ya que “por un lado quieren dar vía libre al reconocimiento de derechos a los animales y defenderlos como seres sintientes, con prerrogativas jurídicas, sujetos de consideraciones morales, con un capítulo en la carta de derechos por tener dignidad inherentes, y, por otro, no consagra el derecho a la vida de la persona”.

Y remata: “Si dicha constitución no reconoce el derecho a la vida de la persona, no será auténtica, sino injusta e inmoral”. Y desde ahora demanda de sus fieles la desobediencia social, al afirmar “que nadie está obligado a seguirla, porque respetar la vida es custodiar a la humanidad”.

No cabe la menor duda: una es una y otra es otra, el único consuelo que les queda a los católicos capitalino es que pronto Norberto, acusado reiteradamente de protector de sacerdotes pederastas y de realizar algunos negocios ultra lucrativos, es que ya se va y pronto por razones de edad.

En el ático: Continúan las catástrofes de principio de año: más de 60 muertos es el saldo de un motín suscitado en la cárcel de Manaos, norte de Brasil, ocurrido entre la noche del domingo y la madrugada del lunes de 2017.

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