IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave*
Los primeros tres artículos
Pese a todas las apuestas en contrario, los agoreros del desastre y la desazón fueron derrotados al aprobarse los primeros tres artículos de la Constitución Política de la Ciudad de México, mismos que sustentan la autonomía de la capital, el asiento de los poderes federales y la laicidad como principio rector.
Es de destacarse que para lograr lo anterior se formó un grupo mayoritario que integraron los diputados de los partidos de la Revolución Democrática, PRD; Acción Nacional, PAN; Revolucionario Institucional, PRI; Verde Ecologista, PVEM; PANAL, Encuentro Social, Movimiento Ciudadano y los designados tanto por el Ejecutivo Federal como por el Jefe de Gobierno, dejando solos a los integrantes de Movimiento Nacional de Regeneración, MORENA, cuyas reservas fueron desechadas por el pleno, entre otras el concepto de soberanía de la Capital de la República.
Tras casi siete horas de debates fueron aprobados los tres primeros artículos que no alcanzaron la unanimidad, con 74 votos a favor, 18 en contra y una abstención. En el artículo 1º, se define a la Ciudad de México como “una entidad integrante de la Federación, sede de los poderes de la Unión y capital de los Estados Unidos Mexicanos”.
Asimismo, establece que la ciudad es una entidad libre y autónoma en lo concerniente a su régimen interior, organización política y administrativa. Además, instituye que “la Ciudad adopta para su gobierno la forma republicana, democrática, representativa, laica y popular, bajo un sistema de división de poderes, pluralismo político y participación social”. Como ya dijimos, el grupo parlamentario de Morena pretendía incluir el concepto de soberanía, que fue desechado.
Sin embargo, en sus numerales, se enuncia que la soberanía de la ciudad reside originalmente en el pueblo y se manifiesta en los poderes públicos, a través de la democracia directa y participativa.
El artículo 2º, reconoce la naturaleza intercultural de la Ciudad de México, que implica la composición plurilingüe, pluricultural y pluriétnica de la población.
En forma importante destaca o establece que la ciudad es un espacio abierto para recibir a las personas internamente desplazadas y a los refugiados de otros países.
En el artículo 3º, que por cierto alcanzó una aprobación de 81 votos a favor, cinco en contra y una abstención, reconoce la dignidad, la libertad y la igualdad como principios rectores, además del “desarrollo económico sustentable y solidario con visión metropolitana, la más justa distribución del ingreso, la dignificación del trabajo y del salario”.
Es una primera y selecta parte de este trabajo en que participan toda una gama de las corrientes políticas y que, seguramente entregaran a los capitalinos y al país una Constitución de altura que cubra las expectativas de los mexicanos, en primer lugar de los que sustentan pensamientos y posiciones de avanzada.
*Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. [email protected]
