FUERON 17 NO 13 LOS PERIODISTAS ASESINADOS EN MÉXICO EN 2022
Por Teodoro Rentería Arróyave
Para el jueves 26 de enero de 2023
Por la pronta recuperación de mi querido hermano, ingeniero químico, Francisco Rentería Arróyave, quien dedicó toda su vida a la industria nacionalista del petróleo.
BALVANERA, QUERÉTARO. El diario La Jornada publicó en su edición de la víspera el Informe del Comité para la Protección de los Periodistas, en el que asegura que “fallecieron 67 comunicadores a nivel mundial durante 2022” y que los países más castigados con esos crímenes fueron Ucrania con 15, México con 13 y Haití con 7.
De acuerdo, al monitoreo permanente del gremio organizado que conforman la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX y el Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE, con la solidaridad de nuestro ente continental, Federación Latinoamericana, FELAP, aclaramos que fueron 17 y no 13 los colegas asesinados en ese periodo anual, el Comunicado Conjunto los difundimos 9 del presente mes.
La parte sustancial del Informe de la organización mencionada a continuación la damos a conocer y al final nuestro resumen trágico, que nadie se ha atrevido a ponerlo en duda.
“En el año 2022, el Comité para la Protección de los Periodistas, CPJ, por sus siglas en inglés, documentó a nivel mundial la muerte de 67 comunicadores y trabajadores de los medios, 41 de ellos asesinados por ejercer su profesión, en tanto que en el resto aún se investiga si la labor periodística fue un factor”.
Según el reporte dado a conocer ayer, “más de la mitad del total de casos se registraron en tres países: Ucrania (15), México (13) y Haití (7).
Los 67 periodistas muertos son la cifra más alta registrada desde 2018, cuando se reportaron 88, y representan un aumento de casi el 50 por ciento en comparación con 2021.
Sobre México, el CPJ indicó que documentó tres asesinatos de comunicadores en los que el ataque estuvo relacionado con el ejercicio de su profesión, e investiga el motivo de los otros 10. Asimismo, destacó que en este año se alcanzó la mayor cifra de muertes (13) registradas desde que el Comité comenzó a llevar estadísticas, en 1992. Entre ese año y 2022 suman 151 periodistas y trabajadores de los medios asesinados en el país, aunque no en todos ellos está acreditado que el motivo haya estado vinculado a su actividad periodística.
Detalló que en los tres casos donde el asesinato de los periodistas estuvo relacionado con su trabajo, se documentó que ello fue en represalia por su cobertura de la delincuencia y la política, y habían recibido amenazas antes de ser atacados.
En México y Haití los comunicadores fueron blancos de asesinato por su labor informativa y la gran mayoría de los responsables de esos crímenes no han rendido cuentas ante la justicia”, aseveró.
El CPJ también expuso que si bien en México existen varias leyes e instituciones que se dedican específicamente a la protección de periodistas, lo cual comprende los mecanismos de protección estatales y federales, estos “han demostrado ser ineficaces para mantenerlos sanos y salvos”.
Nuestro registro documenta que “con el más reciente asesinato, del colega Pedro Pablo Kumul Amaya en 2022, se cometieron 28 asesinatos: 17 periodistas; 1 locutor; 5 trabajadores de prensa; 3 familiares, 1 amigo de comunicadores y escolta.
Durante la actual administración federal del presidente Andrés Manuel López Obrador, suman 70 asesinatos: 53 periodistas; 3 locutores; 6 trabajadores de prensa; 4 familiares y 1 amigo de comunicadores, y 3 escoltas.
De 2000 a la fecha, han ocurrido 307 asesinatos: 256 periodistas; 5 locutores; 16 trabajadores de la prensa; 15 familiares y 10 amigos de comunicadores; 2 civiles, y 3 escoltas.
En consecuencia, de 1983 a la fecha, de acuerdo con el Monitoreo Permanente del gremio organizado, suman 373 asesinatos, de los cuales han sido víctimas: 318 periodistas; 5 locutores; 16 trabajadores de prensa; 18 familiares y 11 amigos de comunicadores; 2 civiles, y 3 escoltas.
Asimismo, son 28 las desapariciones forzadas pendientes de aclarar”.
Se hace primordial, el cotejo de estas cifras trágicas, desde luego no para la morbosidad, sino para lograr erradicar la vergonzosa impunidad que alienta los crímenes contra las libertades de prensa y expresión.