IMPULSO/Agencia SUN
Costa Rica
De acuerdo con el decreto firmado este lunes por el presidente de Colombia, Iván Duque, el objetivo es atacar a las redes que proveen droga a niños, jóvenes y adolescentes en escuelas, colegios y universidades. Sin embargo, se respetará la portación de dosis mínimas para adictos.
“El microtráfico y consumo de drogas en las puertas de los colegios, en las universidades y en los parques, ha aumentado exponencialmente en los últimos años y no podemos ser indiferentes a esto”, advirtió.
Autoridades colombianas calculan que el microtráfico es un negocio anual de más de 3 mil 300 millones de dólares. El número de consumidores pasó de unos 400 mil, en 1997, a cerca de un millón y medio en la actualidad, según estudios estatales.
El decreto facultó a las fuerzas policiales a combatir el microtráfico, la tenencia y el consumo en espacios públicos, para reforzar la seguridad y la convivencia ciudadana.
Al recordar que la venta de estupefacientes “siempre ha estado prohibida” y que su tráfico es un delito, el gobierno aclaró que la medida “no penaliza la dosis mínima” y es respetuosa de las libertades protegidas por la justicia.
Si a una persona se le confisca una cantidad igual o menor a la dosis mínima permitida y demuestra “debidamente” su condición de adicta, la droga le será devuelta. Pero si se le decomisa una porción mayor, podría ser enjuiciada.
El decreto precisa que la cantidad de estupefacientes que una persona porta o conserva para su consumo nunca podrá exceder los 20 gramos de marihuana, cinco de marihuana “hachís” y uno de cocaína, entre otras sustancias.
Según las autoridades, la decisión fortalecerá el combate al tráfico de sustancias prohibidas en estadios, coliseos, parques, centros deportivos y de salud, así como en espacios públicos en general, en un país que es el principal productor mundial de cocaína.
La medida causó indignación de diferentes sectores que consideran que es restrictiva de las libertades y abre la puerta al soborno de la policía.