IMPULSO/ Marco Antonio Montiel Mondragón
Oferta política: transformación
Los últimos sismos en México movieron más que la tierra, nació un moviendo social y político que sacudió el escenario rumbo a la próxima campaña de presidente de la República para el 2018, donde el recorte de dinero a partidos políticos para la próxima campaña obliga a una nueva forma de hacer política, una más inteligente y moderna, cambiando la oferta política de inseguridad y combate a la corrupción por una verdadera transformación nacional, en la que se incluyen todas las problemáticas acompañadas de un programa de transformación.
Quien aspire a gobernar México tiene que vender más que un cambio, ofrecer una verdadera transformación en todos los sectores de la población, partiendo desde el centro en la política hasta tocar a la sociedad organizada. Pero no solo como una exitosa campaña política, de publicidad y mercadotecnia si no una verdadera filosofía de vida, en la que participen de la mano sociedad y Gobierno.
El cambio se nos vendió en el año 2000 con Vicente Fox, y fue un fracaso para la mayoría de los mexicanos. En el año 2012 AMLO ofreció que el cambio verdadero está por llegar, pero nuca llego y nunca llegará de la mano de una persona cerrada y aferrada que piensa que solo él tiene la razón. El único partido que verdaderamente tiene la oportunidad de ofertar una transformación al país es el PRI, pero antes la tiene que vivir internamente, ya en otras oportunidades demostró su capacidad de adaptarse y aprender de sus errores, pero hoy necesita más que eso, empezando con la designación de su candidato cuyo perfil tiene que tener muchas cualidades; uno ciudadano, con experiencia en temas económicos, sin cola que le pisen, con un grupo de influenciadores que lo respalden en todos los sectores de la población, en especial en la industrial y sociedad civil organizada y con un proyecto de nación serio y real de la transformación del país.
La historia mundial tiene casos de éxito de países que se transformaron como Japón, quien después de la segunda guerra mundial se enfrento al reto de reconstruir al país a base de tener calidad en sus procesos industriales y sistemas de mejora continua en todos los niveles de la sociedad.
Entendieron que para alcanzar el éxito es necesario evolucionar, hoy, en México, los cambios constantes en el entorno nos obligan a ver a la solución como un todo y no como partes separadas, donde la transformación del México que queremos ver no es un fin, sino como un medio para que todos los mexicanos podamos alcanzar nuestro objetivo.
Mi voto será para el aspirante con tenga la visión del potencial de México, para el que demuestre que como nación podemos romperte de una vez por todas esa ataduras del individualismo, la flojera y la corrupción que no nos permiten avanzar, necesitamos a un líder que integre al país y encabece esta transformación de todos para el beneficio de México.
