Agosto 14, 2024
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Coaching político

IMPULSO/ Marco A. Montiel Mondragón
La tierra se separa y los jóvenes se unen

Los pasados movimientos sísmicos en México me dejaron muchas enseñanzas, la más importante es que, por muy jodido que estés, siempre tienes algo que dar. El tiempo, las habilidades, donar cosas y aportar ideas es tan valioso como el dinero, y para muestra la movilización juvenil, muchachos volcados en el deseo de ayudar demostraron que en una situación tan trágica y lamentable siempre hay aprendizaje.
Viví la experiencia como muchos más jóvenes que, motivados por el deseo de colaborar, pasamos de las redes sociales a la vida real. Equivocado estuve en un principio en pensar que mi labor seria ayudar, cuando en realidad el ayudado fui yo, el sentirme integrado, útil, fuerte, en empatía con los afectados fue algo especial que me permitió sentirme más vivo que nuca. Esa sinergia y vibración de estar en un mismo objetivo con millones de jóvenes mexicanos me permitió entender que los jóvenes realmente necesitábamos una sacudida para despertar en lo más profundo, en la conciencia, en nuestro lado más humano.
Vi a jóvenes convivir a la par y trabajar en equipo sin importar clase social, sacar fuerzas de lo más profundo y ser verdaderamente solidarios, no tener nada y ofrecer todo, los vi cargar, sudar, llorar, sufrir y valorar cada gota de agua y migaja de pan. Y tuve una manifestación, pensé “si el futuro de México está en las manos de los jóvenes, entonces podemos estar tranquilos porque está en las mejores. En lo personal, yo he pasado por experiencias similares pero nunca igual, colaborando en política no me es extraño ensuciarme las manos, asolearme, pasar hambre y frío, tampoco entrar a la casa de un extraño y sentirme de su familia compartiendo un taco de frijoles. En realidad, esa parte de la política es la que me ha apasionado, el poder sentirme útil. Lo que si fue una experiencia completamente nueva e increíble fue colaborar con millones de jóvenes, eso sí que es increíble y especial porque siempre en el tema de la política los jóvenes son los menos.
México es un país joven, casi una tercera parte de la población tiene menos de 30 años, sin embargo, la participación juvenil en política es de apenas un 5%, los índices de desconfianza ante las instituciones políticas, las estructuras tradicionales, jerarquías y el hartazgo ante temas como corrupción generan que no exista interés en participación en la vida pública, partidos políticos y participación social organizada. Simplemente existe una mayoría negativa, critica, desinterés y apatía.
Sin embargo, México despertó hoy, los jóvenes, en espacial los ‘millennials’ callaron voces, pasando de la filosofía egotista del yo al tú, dieron una nueva cara a la sociedad y una esperanza a México. La petición de chance.org que rompió todos los récords para que el dinero destinado a los partidos políticos para la campaña de 2018 se utilice para los afectados del sismo en México demostró definitivamente que no les interesa la próxima elección nacional, en la que, desde mi punto de vista, se juega el futuro de nuestro país.
Creo que nació una aérea de oportunidad y los jóvenes mexicanos tenemos mucho que aportar a la política de México, ya se demostró ayudando, pasando de la crítica a la acción, usando las redes sociales como herramienta de organización y factor motivante. Ahora bien, si la política actual no es atractiva, ni capaz de crear simpatía y participación entre los jóvenes, llegó el momento de crear la política que sí queremos, la que nos represente y en la que los mayores responsables seamos nosotros mismos.

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