De la mentira al aburrimiento de las redes sociales de los políticos
Marco A. Montiel Mondragón
Actualmente, una campaña política que no maneje las redes sociales para comunicar se encuentra descontextualizada, perder la oportunidad de interactuar con miles de usuarios que pasan, según el “Estudio sobre hábitos de los usuarios de Internet en México 2017”, más de ocho horas conectados es comunicar desde el pasado, sin embargo, no existe nadie que te pueda afirmar que un buen manejo de redes sociales te puede hacer ganar una elección, pero sí podemos asegurar que un mal manejo de redes sociales sí te puede hacer perder popularidad.
En estos tiempos de campañas políticas, vemos cómo se reactivan y se abren redes sociales de políticos, muchas, la gran mayoría, manejados por agencias o CM que se enfocan en publicaciones de efemérides aburridas, diarios de campaña y publicaciones que desperdician la oportunidad de conocer al ser humano que aspira a ganar nuestra confianza y voto. No nos pueden mostrar su filosofía de vida y sus causas sociales porque las personas que manejan sus cuentas ni siquiera las conocen.
Aquí, tres errores que están cometiendo algunos políticos, mismos que nos hacen enojar y al mismo tiempo bostezar de aburrimiento, obligándonos a emigrar a otras redes donde no estén los políticos:
1.- Los preferimos locos que falsos: Cuando vemos a Jaime Rodríguez “el Bronco” cabalgando y con sombrero, le creemos, caso contrario de lo que pretende hacer Ricardo Anaya, queriendo engañarnos con videos donde toca el piano, la guitarra, donde sabe conducir un vehículo híbrido o la más reciente que sube una foto de cumpleaños a las ocho de la mañana, supuestamente sorprendido por su familia, en la que sus hijos salen impecables, nada que ver con una familia tradicional en domingo por la mañana. Anaya miente, le quieren hacer una imagen de ‘cool’, inclusive hasta de barrio, cuando todos sabemos que no es así.
2. Aburrimiento: Los ciudadanos que seguimos a políticos lo hacemos porque realmente queremos conocerlos. Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, es el mejor ejemplo de cómo se hace bien, en su segunda publicación de su cuenta oficial de Instagram, sale con una camisa sin mangas donde muestra un tatuaje en su hombro, eso nos habla de él más que mil discursos. Cuentas de políticos grises, frías, sin interacción, distantes y sin atractivos, cuentas políticamente correctas que se limitan a compartir boletines en PDF en sus muros de redes sociales, lamentablemente, son las de la mayoría de los políticos en México.
3. Comunicar mensajes como “mi instituto político”, “atendiendo el llamado de mi partido”, “cumpliendo a los ciudadanos” y demás frases trilladas ya no cabe en las en las redes sociales, uno de los más grandes errores que comenten las personas que manejan las redes sociales es el famoso “copy” sacado desde el discurso del político. Estas agencias deben explicar a los usuarios que el chiste en las redes sociales no es llenarse de aplausos y elogios, sino una oportunidad de generar empatía y mostrarse más humanos.