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Estados Unidos
Si Hillary Clinton llega a la Casa Banca, muchas miradas estarán atentas a sus promesas electorales. A lo largo de la campaña presidencial contra el republicano Donald Trump, Clinton ha hecho algunas promesas específicas sobre lo que hará y lo que no hará. Esas promesas pudieran volverse una carga para Clinton, porque si llega a la Casa Blanca gobernará en un ambiente políticamente polarizado.
Republicanos y demócratas liberales estarían atentos para ver si cumple su palabra
“Creo que los republicanos van a estar acosándola cada vez que se acerque a algo que suena como una promesa de campaña que es incumplida”, dijo la estratega republicana Katie Packer, que no respalda a Trump.
Charles Chamberlain, director ejecutivo de Democracy for America, dijo que los liberales van a mirar cómo Clinton lidia con los problemas y dijo que “la clave es ver si ella realmente pelea, en lugar de insistir en que tiene que lograr ese objetivo”.
Complicándole la ruta a Clinton está la realidad de que los mejores planes pueden cambiar. El presidente George H.W. Bush, por ejemplo, prometió que no habría nuevos impuestos, pero al final llegó a un acuerdo presupuestario con los demócratas que incluyó algunos aumentos de impuestos. Perdió la reelección ante el demócrata Bill Clinton.