IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
De acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), un alimento falsificado es cuando, su naturaleza y composición no corresponden a aquellas con que se etiqueta, anuncia, expenda o haya sufrido tratamiento que disimula su alteración, se encubran defectos en su proceso o en la calidad sanitaria de las materias primas utilizadas.
Aquí algunos ejemplos:
1. Jugos de frutas envasados
De acuerdo con El Poder Del Consumidor, solo tienen un 10% de sólidos de fruta; y algunos, ese 10% lo reemplazan con sólidos de azúcares de fruta.
A manera de recomendación El Poder Del Consumidor, añade que es mejor un jugo obtenido de las frutas que un jugo envasado de marca ya que este último es alterado con diversas sustancias.
2. Aceite de oliva
De acuerdo con el Doctor Mercola, entre el 60 y 90% de los aceites de oliva que puedes encontrar en los supermercados y comer en restaurantes de los Estados Unidos, están adulterados. Se mezclan con aceites vegetales como el de girasol o cacahuate.
3. Miel
De acuerdo con un estudio realizado por El Poder Del Consumidor, el tipo de falsificación más común, es por medio de jarabes químicamente similares a la miel. O cuando hay un elevado contenido de sacarosa puede ser un indicio de miel adulterada.
4. Café
La COFEPRIS señala que la falsificación se puede dar, adicionando elementos como la tierra, aserrín u otros ingredientes que molidos tienen una textura similar al café.
5. Pescado
Es un alimento muy bondadoso para la alimentación y aporta muchos beneficios a la salud. Pero de acuerdo con OCEANA MÉXICO, hay un 16.5% de sustitución de especies en los supermecados, un 36.5% en las pescaderías y un 33.5% en los restaurantes.
- Para evitar que esto te ocurra asegúrate de revisar las etiquetas de los productos y comprar en establecimientos certificados y de confianza.
