IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
El éxito de la NBA en nuestro país no se traduce en los aficionados de la Ciudad de México. La pasión por la mejor liga de baloncesto del mundo no conoce fronteras y prueba de ello, son Pedro, Ricardo y Lulú, de Chiapas, quienes no podían dejar pasar la oportunidad de ver al Thunder.
“Para mí siempre ha sido un sueño ver la NBA, se dio la oportunidad de venir y que mejor que estando con mis amigos”, comenta Pedro Hernández.
Lulú fue la de la iniciativa de venir. Ella juega al baloncesto en san Cristóbal de las Casas, Chiapas, de donde son originarios.
“Creo que como todo jugador de basquet, es un sueño ver un juego de NBA, sobre todo si está Oklahoma City”, cuenta Lourdes González, a quien poco le importó la lesión de Paul George que lo dejó fuera del partido. Ella viene a ver a Russell Westbrook.
El menos interesado fue Ricardo, novio de Lulú, quien admitió que le hubiera gustado más ver el juego de ida de la final del futbol mexicano entre Tigres y Monterrey, aunque estando en la Arena, se impregnó del entusiasmo.
Cada uno de los jóvenes gastó unos 3 mil 500 pesos aproximadamente entre su boleto de avión redondo, y el paquete para ver ambos juegos en la Ciudad de México. Tienen estimado gastar unos 5 mil pesos, incluido lo que gasten en alimentos dentro de la Arena y durante su estancia en la capital del país.
“Chiapas es basquetbolero. Muchas veces piensan que sólo en el norte juegan basquet o que nada más a ellos les interesa, pero aunque nos falta mucho, también amamos el basquet”, concluye Pedro poco antes de ir rápidamente a comprar una gorra conmemorativa del juego, de 700 pesos en cuanto se enteró que le tomarían una foto.
En la Arena, los aficionados se inclinaron por el Thunder, al grado de que una hora antes del juego, ya no había jerseys a la venta del equipo, mientras abundaban los de Miami o Brooklyn.
El recinto de Azcapotzalco disfrutó de una noche de basquetbol olvidando que casi a la misma hora también se jugaba el primer partido de la final del futbol mexicano en Monterrey.
Los organizadores esperan el mismo entusiasmo para el partido de mañana cuando el Heat se mida a los Nets.