IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
El gobierno de Estados Unidos justificó su presión para mejorar la seguridad en la frontera de México porque está “cien por cien controlada por los cárteles”, que conlleva niveles de tráfico (tanto de personas como de drogas) que afectan al sistema migratorio. La preocupación de la Unión Americana por el dominio de las organizaciones criminales aumentó tras los últimos acontecimientos violentos vividos en México, como la captura fallida de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, o el asesinato de nueve estadounidenses mormones en Sonora.
“La parte mexicana de la frontera está controlada cien por cien por los cárteles, nada pasa sin que lo dejen pasar”, declaró Mark Morgan, comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Patrulla Fronteriza (CBP), en una audiencia en el Senado sobre la “migración sin precedentes” que vive EU en su frontera sur.
Morgan fue el encargado de mostrar su preocupación por una crisis migratoria que, a pesar de los buenos números de los últimos meses, “no ha terminado”. El gobierno de EU estima de forma “conservadora” que este año han cruzado 150 mil indocumentados.
El hecho sería peor sin la “alianza” y el esfuerzo de países como México, dijo Morgan, quien aludió a las que considera las dos principales razones por las cuales las cifras migratorias de indocumentados en EU han caído en picada: la presencia de la Guardia Nacional en la frontera y el éxito del Protocolo de Protección a Migrantes, que devuelve a México a los inmigrantes, mientras esperan cita en las cortes de Estados Unidos.
Entretanto el gobierno de Trump ya tiene nuevo secretario de Seguridad Nacional, el quinto en más de tres años, aunque sea de forma interina: Chad Wolf fue confirmado por el Senado (54-41). Se cree que colocará en el número dos del departamento al halcón antiinmigrante Ken Cuccinelli, quien era el preferido de Trump para el puesto, pero que fue descartado por las trabas burocráticas, y la oposición del Congreso.
La secretaría informó que empezaba a implementar una medida de la que se hablaba desde hace tiempo: la negación a los solicitantes de asilo de la obtención de permisos de trabajo. Justo un día después de que el Southern Poverty Law Center publicara correos electrónicos del ideólogo migratorio de Trump, Stephen Miller, con mensajes supremacistas blancos y de retórica antiinmigrante.