IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
“La diferencia entre los que nos montamos en un escenario y los grandes folcloristas es la vanidad. El folclor no tiene vanidad y el artista mucha, nos vestimos, nos ponemos a competir”, dice Carlos Vives.
“Yo no hago folclor” dice. Lo que él ha hecho es tomar patrones del rock y unirlos con los del vallenato, pero desde el principio de su carrera era cuestionado porque los folcloristas no lo consideraban como tal ni los rocanroleros aceptaban su música como rock.
“El verdadero vallenato tiene una función social. Ese es el origen de mi rocanrol, yo me inventé una modernidad a partir de una cosa ancestral pero lo que me mantiene conectado son esos valores que tenían los viejos”, reflexiona.
Recordó que cuando era niño llegaban muchos artistas del vallenato a su casa porque tenían un gran aprecio por su padre (un médico).
“Ellos nunca grabaron discos, la industria nunca les grabó pero hoy los colombianos los conocen porque escribieron canciones que después grabamos otros”.
En el caso de los que han elegido la carrera de cantantes dentro de la industria musical, dice, han seguido la corriente de los que hacían rock en español, porque eso se escuchaba, la corriente de los que hacían baladas porque eso sonaba en radio.
“Hay algo que yo entendía desde un principio, el folclor ha sido lo contrario a la industria, que siempre produce grupos de folclor que realmente no son tales.
“Yo conocí a los juglares cuando era niño y no hacían canciones para vender discos, para que se las grabaran, el juglar era un periodista de la época que viajaba de pueblo en pueblo llevando historias pero no estaba buscando que lo llevaran a un programa de televisión, eso es el folclor”.
Aunque no se considera un juglar como los de su tierra, asegura que ha tratado de emularlos, de hacer que su música nos cuente siempre una historia.
“En lugar de sentirme avergonzado de mi identidad —como pasaba un poco con los artistas de la época que grababan al estilo de no sé qué, que quería irse o hacer covers de canciones en inglés y querían ser europeos— yo fui un artista que siempre quería buscar su modernidad a partir de lo suyo, mezclar ese Sombrero de Alejo con mis pantalones cortos, con mi modernidad de esa época, con el joven hippie”.
Hace dos semanas Carlos Vives lanzó “El sombrero de Alejo”, que es la canción oficial del 51 Festival de la Leyenda Vallenata. En ella se reúnen las voces de artistas de vallenato como Poncho Zuleta, Jorge Oñate, Jorge Celedón, entre otros, donde justo se habla de la crítica al abandono de esta música tradicional colombiana por culpa de la industria y de artistas que lo han cantado.
“Ayer tarde escuché en la emisora que ya el vallenato no tiene valor/ que los artistas para estar de moda sólo están pendientes al National Report/ que Carlos Vives se olvidó de Leandro, que Matilde Linda ya no es su canción/ que en otros aires él vive soñando, que perdió el camino dice Isaac León/ y es que el comercio terminó olvidando la esencia pura de nuestro folclor” dice la canción al principio.
Vives dice que el folclor está en las calles, en la vida cotidiana, incluso ha sido este género el que está también en la base del reggaetón, hoy tan famoso a nivel mundial y en el que también ha incursionado con temas como “Robarte un beso”, con Sebastián Yatra y “La Bicicleta”, tema que lanzó junto a Shakira.
“Cuando empecé hace veintipico de años Shakira también empezaba y por lo general las críticas decían que ella estaba haciendo una música internacional y que yo estaba haciendo una música muy local, no veían cómo podíamos conectar. Colombia ha sido un lugar bastante acomplejado por esa mirada histórica de Europa o Estados Unidos, siempre hemos mirado más pa’ fuera que pa’ dentro.
“Yo soy un artista que comenzó mirando más pa’ dentro que pa’ fuera. No busqué estas colaboraciones pero se dieron”.
Este 22 de abril el colombiano Carlos Vives dará un concierto en el Auditorio Nacional.
El pasado 19 de abril recibió Disco de Platino por su disco Vives, y uno de Diamante, Platino y Oro por La bicicleta.