IMPULSO/ Agencia SUN
Madrid, España
Cuauhtémoc Cárdenas hizo un llamado a la solidaridad con la causa del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, a quien visitó en la cárcel durante su reciente viaje al país sudamericano.
“Todo aquel que tenga convicciones progresistas, humanitarias, debiera posicionarse en contra de cualquier prisionero político y en contra del atropello al derecho”, señaló en Madrid al preguntársele si México debería apoyar en los foros internacionales al político brasileño que se encuentra preso por presunta corrupción.
“Espero que se respete el derecho y [Lula] pueda ser liberado. El haberlo detenido es un atropello, y un atropello mayor haberle impedido figurar como candidato a la presidencia de Brasil”, señaló el mexicano, quien participó en la ceremonia en la que se develó la escultura Alas de México, que el artista Jorge Marín donó a Madrid.
Cárdenas, coordinador general de Asuntos Internacionales de la CDMX, expresó su esperanza en que el candidato del Partido del Trabajadores (PT) que lo sustituye, Fernando Haddad “pueda ganar la elección”, tras advertir del riesgo de que triunfe un candidato de la extrema derecha como Jair Bolsonaro.
También abordó el conflicto generado por el desafío independentista en Cataluña. Tras entrevistarse el pasado domingo con el presidente del gobierno regional, Quim Torra, éste le agradeció su apoyo a los políticos catalanes encarcelados en España por organizar el proceso soberanista. “Yo creo que no debe reprimirse a nadie por expresar sus opiniones, por disentir”, señaló.
Sobre el estado de las relaciones bilaterales, con un gobierno socialista en España y el arribo de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México, aseguró que son francamente buenas y que espera que se estrechen todavía más en esta nueva etapa.
La escultura Alas de México se quedará permanentemente en el Parque Norte de Madrid. “Estoy satisfecho por participar en la unión de México y España con una propuesta contemporánea y en un lugar tan icónico como este parque”, dijo el escultor mexicano Jorge Marín, para quien “la obra hace una suerte de espejo con quien la usa, con quien la acaba de completar, porque la obra vive cuando se pone un madrileño, un japonés o un mexicano enfrente. Hay personas que necesitarán sentirse libres y volar y otras que necesitarán confirmar su propia victoria o la de su colonia o país”.