Caos para ingresar al Clásico

IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
La expectativa fue grande en el Clásico Nacional. La organización rebasada para el nivel de convocatoria del primer América-Guadalajara en el Azteca.
Empujones, largas filas, búsqueda incesante de boletos por parte de los aficionados. Un caos alrededor del evento acrecentado por un Coloso cerrado hasta una hora antes del partido. Una circunstancia así en la rama varonil es impensable.
Para ingresar al inmueble, la fanaticada tuvo que esperar hasta dos horas. Muchos arribaron temprano, pero se toparon con los torniquetes sin funcionar. Bajo del sol intenso, tuvieron que aguardar hasta las tres de la tarde, pese a que el partido inició a las cuatro.
Si entrar al Azteca fue duro, peor se puso la situación sentarse. Tener una butaca, pese a pagar por un boleto, implicaba dar varias vueltas al estadio. Padres con bebés en los brazos, tuvieron que aguantar empellones y hasta codazos. La administración del Azteca dejó a los aficionados al futbol sin respuestas.