IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Aún no se lleva a cabo la Expo Sexo y Erotismo 2017 y los “calores” se desbordaron en la última presentación del elenco que estará en el evento. Se realizará del 3 al 5 de marzo en el Pabellón del Palacio de los Deportes.
A escasas horas de que comience el show, en la producción se “cuecen las habas” porque los asistentes se den su “repegón”, debido a la gran asistencia que prevén y es que tienen con qué: modelos exuberantes para el taco de ojo de los caballeros; para ellas, los strippers y actores porno, y para un gusto más exótico, las destacadas modelos transexuales.
Y es que como señalan las vedettes del cine mexicano, Wanda Seux, Grace Renat y La Princesa Yamal, en este tiempo se disfruta más el espectáculo del sexo, algo que en sus tiempos no se hubieran imaginado.
Aprovechando la ocasión, Agencia SUN entrevistó a la actriz porno Elizabeth Márquez, quien a sus 23 años ya es una celebridad en la industria cinematográfica para adultos, y entre sus 25 escenas filmadas destacan algunas incómodas y otras divertidas, siendo las últimas las que le arrancan un sonrisa por el recuerdo de más de un “cogidón loco”.
—En tres años de carrera, ¿cuál ha sido tu escena más difícil y cuál la más divertida?
—Mmmm… una tipo sadomasoquismo (tema violación), fue difícil por lo incómodo; otra en el aspecto que el director quería algo en específico (Bogeyman ‘El coco’), era más un filme que una escena de cine porno. “En esa escena usaba antifaz (eran mis inicios), la trama era que ya no quería hacer más porno porque estaba iniciando una relación, entonces yo iba con la intención de retirarme; estando en el ‘set’ entra una llamada del novio y yo diciendo que estaba con mi hermana y que empiezan a meterme mano y terminan poniéndome un ‘cogidón loco’”.
—¿Has tenido más de un “cogidón loco”?
—Sí. He tenido varios, generalmente me han pasado con Ricky (actor porno de Sexmex), es con quien más he trabajado.
—¿Cómo iniciaste?
—Por curiosidad, por ello empecé con antifaz. Para las mujeres es excitante sentirse deseada, el que te digan que estás guapa y el que te graben.
—¿En qué te ha ayudado personalmente este trabajo?
—Soy abierta en el aspecto sexual, si se me antoja ruda o que me trate más romántico o una posición en específico o ser yo quien inicie el arte de tener sexo, no me quedo callada.
—¿Todavía tienes fantasías?
—Todavía. La verdad es que en estos tres años le he dado mucha cuerda a mi sexualidad, pero llegas a un punto que ya no sabes ni qué experimentar.
“Mi curiosidad es hacerlo con un transexual, no sé qué se pueda sentir, si es que sientes que estás con un hombre o una mujer. Yo soy bisexual”.