Diciembre 26, 2024
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CAJA DE PANDORA

Nueva aurora para las administraciones municipales

La aurora del 2022 augura esperanza por encima de cualquier panorama catastrófico o desalentador. Así, como el “Elpis” o “espíritu de la esperanza” quedó en aquella vasija de la mitología griega llamada “Caja de Pandora”, iniciamos un nuevo año con el anhelo de manifestar, desde este espacio, un sentir que prevalece más allá de cualquier calamidad que pueda enfrentar nuestra sociedad: luchar por el respeto a la dignidad de la persona; lo cual implica denunciar los males que la asolan y ventilar la miseria humana, para que, al ser visible, no sólo se denuncie, sino que se corrija.

Nuestra tierra llora y no hay que ir muy lejos. Miles de familias precisan hacer frente a sus necesidades materiales y emocionales. Muchos están agobiados por los duelos que dejó la pandemia de Covid-19, problemas de salud mental, el incremento de la violencia, sumado a los altos costos de la canasta básica, desempleo, bajos salarios e innumerables gastos por cubrir.

En medio de ese torbellino de dificultades, lo que mínimo se espera es que la autoridad local haga su parte, es decir, que contemos con presidencias municipales fuertes y eficientes, porque es mucho el desaliento, desconfianza e ineficiencia en la prestación de los servicios. ¿Por qué el municipio? Porque todos sabemos que para la ciudadanía el gobierno federal y estatal resultan inaccesibles y como lo advierten los expertos: es en el municipio donde se identifican las necesidades más urgentes de la población; por esta cercanía, los habitantes recurren a los ayuntamientos para demandar sus derechos o para cumplir con sus obligaciones. El inicio de año trajo consigo la llegada de nuevas administraciones municipales dispuestas a dar solución a “todos” los males que nos aquejan en el ámbito local. En redes sociales vemos o se nos presume a alcaldes puestos y dispuestos a recuperar lo perdido, con el “as bajo la manga” para poner orden, garantizar seguridad, reducir trámites y mejorar los servicios públicos, como si trajeran una varita y por arte de magia todo se solucionará.

De falsos “mesías” está lleno nuestro México y por años hemos visto que un cambio de gobierno municipal, independientemente de la filiación partidista, no nos garantiza la llegada de una nueva gestión con estructuras profesionalizadas, que ofrezcan a la población calidad, transparencia y eficacia en la provisión de bienes y servicios públicos. La razón es sencilla, hay que cubrir las cuotas de los partidos, dar cargos a los amigos, cumplir con “compromisos” y pagar favores. Además, es común que el ayuntamiento sea el escenario de aspiraciones individuales y pocas ocasiones tiene como centro a la ciudadanía. Pese a ello, hacemos votos porque se puedan revertir resultados como los citados en el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Demarcaciones Territoriales, donde se destaca que los ayuntamientos mexicanos sólo alcanzan 50% de las metas programadas en sus Planes de Desarrollo Municipal.

No queremos ni necesitamos planes a medias, existen muchas necesidades en educación, seguridad pública, desarrollo urbano y servicios públicos, nuestra gente necesita soluciones que no estén sólo en un documento, sino que en la práctica cotidiana se observen resultados y mejoras tangibles. En los deseos de año nuevo, esperamos, por el bien de la ciudadanía, que las nuevas autoridades locales tengan la capacidad de procurar el progreso económico, social y cultural del municipio que gobiernan.