IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Que el nuevo gobierno de México genere un camino más justo y progresivo, fue lo que el sábado Saúl Hernández, vocalista de Caifanes, pidió durante el concierto que la banda dio en el Palacio de los Deportes.
Ante 17 mil asistentes, de acuerdo con cifras de los organizadores, el intérprete de “Mátenme porque me muero” y “La negra Tomasa” también recordó a quienes murieron el 2 de octubre de 1968.
“Que con este surgimiento de conciencia política y social ojalá pasemos a cosas buenas y no tengamos que decir que aquí sigue sin pasar nada”, dijo en primera instancia ante gritos y aplausos del público.
“Estamos conmemorando lo que pasó hace 50 años, esperamos que en esta nueva manera de gobernar tengamos un camino más justo y progresivo y tengamos esperanza y un camino para desarrollarlo. Se han partido la madre tus padres y abuelos, eso no se ha olvidado y nunca se debe repetirse. Que México realmente cambie por justicia y dignidad”, exclamó minutos después.
El recital comenzó mostrando a Saúl, Alfonso André, Diego Herrera y Sabo Romo en blanco y negro en las tres pantallas magnificaban lo que pasaba sobre el escenario.
Si en “Viento” Diego dejó por unos instantes sus teclados para tocar el saxofón, en “Mátenme porque me muero”, Sabo unió su voz a la de Saúl y en “Aviéntame”, Alfonso dejó su lugar en la batería su hijo Julián.
Alejandro Marcovich, guitarrista en los inicios del grupo, también se vio en el video “Cuéntame tu vida”.
Entre el público lucían playeras en su mayoría negras con el nombre del grupo, algunas compradas afuera del Palacio a 120 pesos.
Los menos aventaban desde la penumbra los residuos de la cerveza que por 100 pesos habían comprado.
“El aplauso es para ti raza, no para Caifanes; bienvenidos los nuevos caifanes, generaciones frescas”, exclamó el caifán mayor.
Fue una noche de más de dos horas en la que “Nubes” levantó al público de sus asiento; “Antes de que nos olviden” proyectó imágenes de los tres estudiantes de cine desaparecidos en Guadalajara y “Perdí mi ojo de venado” provocó que los celulares se iluminaran al compás de la música.