IMPULSO/Ernesto Hernández Alarcón
AnyGivenSunday
Los Browns de Cleveland, uno de los equipos más perdedores de la NFL, durante los últimos diez años, parecen encaminados a cambiar de tendencia para la próxima temporada. ¿Realmente podemos creer en ellos? No queda duda que fueron la franquicia que hizo los movimientos más agresivos en el reciente periodo de la agencia libre. Y otro factor que ayudará en forma inexorable a mantener una dirección positiva es el hecho que por fin cuentan con un mariscal de campo de calidad: Baker Mayfield, llegó para quedarse (27 TD, 3,725 yardas). Debemos tomar en cuenta que dos de sus flamantes adquisiciones son talento puro, pero también personalidades con bastante carga de controversia. Odell Beckham Jr., proveniente de los Gigantes de Nueva York, es un receptor y atleta explosivo para bien y para mal, suele ser una distracción para el equipo adentro y afuera de la cancha. Pienso que con los Giants se forjó de buenos números que en realidad nunca se reflejaron en victorias para su escuadra. Hará una mancuerna espectacular con Jarvis Landry, con quien guarda una estrecha amistad, punto fundamental para que el tema de egos se mantenga al margen. Así mismo, integraron al corredor Kareem Hunt, quien fué cortado por los Jefes de Kansas City por violencia doméstica el año pasado y que tuvo la “fortuna” de recibir un castigo de suspensión de ocho partidos (diferente destino tuvo Ray Rice de Baltimore, quien por una situación similar, obtuvo un veto permanente por parte de la liga). Por ello, bajo mi apreciación, la clave para que Cleveland pueda aspirar a ganar su división o mínimo ingresar a la postemporada, será la gestión de Freddie Kitchens, su nuevo entrenador en jefe, coach que debutará como tal y que tiene experiencia con los Vaqueros, Cardenales y básicamente el Fútbol Americano Colegial. El ex coordinador ofensivo tiene en sus manos un conjunto pletórico de talento y juventud, sin embargo, deberá lidiar con la inexperiencia propia, los citados egos, personalidades controvertidas y las altas expectativas de una afición hambrienta de días de gloria. La coyuntura es casi perfecta, la división Norte de la AFC cruza una etapa de reestructuración. Acereros de Pittsburgh se estaciona en el ocaso de la era Tomlin- Roethlisberger, además de que perdieron a Antonio Brown, Jesse James y finalmente a LeVeon Bell (como se esperaba); los Cuervos de Baltimore dieron un paso gigantesco hacia atrás al cederle el control a Lamar Jackson como mariscal de campo, además de que su respetable defensiva podría debilitarse y los Bengalíes de Cincinnati ingresaron oficialmente a proceso de “reingenieria”. Sí, los Browns han armado una ofensiva en el papel, impresionante, con Mayfield, Beckham Jr., Landry y Hunt, también estarán Nick Chubb, RB; David Njoku, TE, sólo falta, insisto, que Kitchens sepa explotar y amalgamar esa plantilla, empresa mucho más compleja de lo que parece. Mientras tanto, sería precipitado todavía, apostar como los grandes favoritos o contendientes a la grandeza, a estos míticos “Cafés”. Abundaremos.