IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
- Se trata de una de las tres esculturas diseñadas por Manuel Tolsá a principios del siglo XIX.
La “Esperanza” se derrumbó en la Catedral Metropolitana, el sismo de 7.1 grados que sacudió a la Ciudad de México hizo caer desde el cubo del reloj de la iglesia una de las tres esculturas diseñadas por Manuel Tolsá a principios del siglo XIX. Por más de dos siglos habían permanecido allí este trío de vigilantes: la “Esperanza”, la “Fe” y la “Caridad”, hoy flanqueados por la bandera a media asta sólo quedan la “Fe” y la “Caridad”, la otra figura no soportó los movimientos que provocó el terremoto y se desplomó.
En el atrio de la Catedral, hasta ayer al medio día, los restos de la escultura afectada yacían en dos partes con fragmentos esparcidos en todo el piso.
El recinto permaneció cerrado para que personal de Protección Civil y de la Secretaría de Cultura federal pudiera realizar los peritajes de los daños. Aunque el reporte oficial no se ha hecho público, en la tarde se pudo ver a personal de la dependencia federal trabajando en el interior del inmueble y en el atrio, donde además de los daños a la escultura revisaron las ventanas arqueológicas de ese lugar.
La escultura dañada forma parte de este conjunto de piezas que representan las virtudes teologales y fue diseñada en 1813 por el arquitecto Manuel Tolsá, quien fue el encargado de concluir la construcción de esta joya arquitectónica.
Además de los daños a esta escultura, el Sagrario de la Catedral también sufrió daños. De su fachada se desprendieron algunos elementos arquitectónicos y una cruz que remataba una de sus puertas quedó incompleta.
Por más de dos siglos habían permanecido allí este trío de vigilantes: la “Esperanza”, la “Fe” y la “Caridad”, hoy, flanqueados por la bandera a media asta, solo quedan la “Fe” y la “Caridad”. La otra figura no soportó los movimientos que provocó el terremoto.
Además de los daños a esta escultura, el sagrario de la Catedral también sufrió daños, de su fachada se desprendieron algunos elementos arquitectónicos y una cruz que remataba una de sus puertas quedó incompleta.
