IMPULSO/ Agencia SUN
Ginebra
Cada 10 minutos nace un niño en el mundo desprovisto de nacionalidad, reveló hoy un informe sobre la apatridia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) que urgió a legalizar la situación de menores nacidos en su territorio.
En la actualidad se estima que existen 10 millones de personas apátridas, de las cuales los niños son los que se ven más seriamente afectados ya que según el ACNUR son sujeto de discriminación y víctimas de frustración.
“Ningún niño debe ser apátrida. Todos deben pertenecer a algún sitio”, dijo el titular del ACNUR Antonio Guterres en un comunicado.
En el informe, los niños entrevistados por ACNUR hablan de los retos difíciles a los que se enfrentan en los márgenes de la sociedad, ya que se les niegan los derechos que tiene cualquier ciudadano como educación y salud; y conforme crecen no pueden enrolarse en la universidad o aspirar a un trabajo decente.
Además, los menores narran que a menudo son tratados como extranjeros en el país en el que han vivido toda su vida incluso desde su nacimiento.
El informe coincide con el aniversario de la campaña #IBelong (Yo pertenezco) para el cual se hicieron entrevistas a niños de Costa de Marfil, República Dominicana, Georgia, Italia, Jordania, Malasia y Tailandia.
El ACNUR urge a los Estados a que permitan que los niños que no pueden adquirir las nacionalidades de los padres puedan legalizar su situación en el país en el que nacen.
Además, llama a que se contemple una reforma en las leyes de algunos países para que la madre pueda pasar su nacionalidad a los hijos, tal como puede hacerlo el padre.
De igual forma, recomendó que se eliminen leyes o prácticas que niegan la pertenencia a un país por motivos de raza o religión y subrayó la importancia de que los niños sean registrados al nacer.
La apatridia es un fenómeno que condena a la discriminación y a la desesperanza que provoca no pertenecer a ninguna parte, observó el ACNUR.