Por buen camino la investigación de decapitados

IMPULSO/ Agencia SUN
Morelia, Mich.
Para el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, los avances en las investigaciones del hallazgo de seis cabezas en el municipio de Jiquilpan permitirán en breve la detención de todos los responsables de este multihomicidio, ya que los cinco detenidos durante un enfrentamiento con policías ministeriales en Sahuayo están relacionados con la decapitación.
“Vamos bastante bien, con resultados; no quisiera adelantar porque luego son temas de las pesquisas, pero ayer mismo tuvimos detenciones de personas relacionadas con este hecho lamentable y en las próximas horas estaremos deteniendo seguramente a los que nos faltan”, señaló.
El procurador michoacano, José Martín Godoy Castro, aseguró que el responsable de este hecho criminal es el grupo delictivo “Los Viagras”, liderado por Nicolás Sierra Santana, “El Gordo”.
Godoy Castro dijo que incluso los cinco detenidos fueron identificados con este cártel que también se hace llamar “La Nueva Familia” y que de acuerdo con la investigación están presuntamente relacionados con otros ocho homicidios.
Antes, la Procuraduría General de Justicia del Estado informó mediante un comunicado que durante trabajos de investigación, agentes ministeriales se enfrentaron con un grupo de civiles armados, donde fueron detenidas dos mujeres y tres hombres, a quienes se les aseguraron armas de fuego y dos vehículos.
A los detenidos les fueron encontrados dos rifles AK 47, calibre 7.62; un arma AR-15, calibre .223; tres armas cortas (dos calibre 9 mm. y una .38 Especial), además de un arma calibre .22 hechiza.
De igual forma, personal de la dependencia estatal localizó en el interior de la camioneta dos cuchillos con manchas de sangre, a los que se les realizará el análisis pericial a efecto de poder determinar si corresponden a las armas con las que fueron decapitadas las seis víctimas.
La PGJE precisó que los elementos ministeriales se desplazaron a Sahuayo para realizar unas diligencias, en virtud de que en esa ciudad residían cuatro de las seis personas que fueron asesinadas y decapitadas en Jiquilpan.