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Reino Unido
La incertidumbre del Brexit sigue afectando a todos los sectores de la economía británica. Dada la indecisión constante de la primera ministra Theresa May sobre cómo llevar a cabo el proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea son varios los estamentos y colectivos damnificados por este hecho. El último en conocerse es el de las fuerzas armadas ya que, según un informe de una institución experta en defensa, la preocupación por el Brexit ha llevado a una “parálisis” en lo que al ejercito y al Ministerio de Defensa británico se refiere.
El Royal United Services Institute for Defense, advierte de que se están demorando decisiones vitales en este ámbito justo en el momento en que este Ministerio se enfrenta a posibles recortes en su presupuesto al acumular un déficit de casi 20.000 millones de libras (23.000 millones de euros). El ministro de Defensa Gavin Williamson, con apenas dos meses en el cargo, consiguió hace unos días más tiempo ante el Gobierno mientras intenta persuadir a su homólogo de economía con un nuevo aporte extra con el que afrontar esa posible pérdida de dinero.
Este grupo de expertos critica al Gobierno de May por ser “incapaz de tomar decisiones difíciles, distraído por el Brexit e incapaz de desempeñar un papel internacional acorde con los recursos que dedica a este propósito”. En el documento señalan que mientras la indecisión de May se prolongue en el tiempo “mayor es el riesgo para la reputación del Reino Unido como aliado, y más fuerte es la percepción de que ya no es capaz de ser un jugador serio de seguridad”.
El gasto actual en términos de PIB en materia de defensa en Reino Unido se sitúa en estos momentos en el 2,2%, por encima del 2% que registra la OTAN.
Desde esta institución llaman a afrontar problemas actuales en las fuerzas armadas que van a marcar el futuro de esta institución. Asuntos tanto de estrategia militar como de presupuesto en áreas que consideran importantes tales como la “reprogramación de los principales programas de adquisición seleccionados, por ejemplo, los de F-35B aviones y helicópteros Apache”. Este grupo de expertos alerta al Ejecutivo, además, de que hay que enfocar la estrategia militar hacia las nuevas tecnologías, pero sin perder “la capacidad de responder ante posibles conflictos armados”. EL PAÍS