Diciembre 23, 2024
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Brasileños demandan la salida del poder de Temer

IMPULSO/ Edición Web
Brasil
La izquierda brasileña convocó manifestaciones este domingo para exigir la salida del presidente del país, Michel Temer, y nuevas elecciones, mientras el principal socio del Gobierno debate si mantiene o no el apoyo al mandatario, acorralado por una investigación por corrupción.

Las protestas serán un buen termómetro para medir el descontento de los brasileños ante la grave crisis política y, de ser muy numerosas, pueden convertirse en otro factor de presión contra el presidente conservador, que se ha negado a renunciar pese a pedidos para que lo haga incluso desde su base aliada.

“El gobierno de Temer acabó. Ahora Brasil sólo tiene un camino: retomar la democracia con el voto del pueblo. ¡Vamos todos a las calles para ‘Directas ya’!”, animó en redes sociales Rui Falcao, el presidente del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).

La formación del expresidente Lula da Silva (2003-2010) es una de las convocantes de las protestas junto a sindicatos como la Central Única de Trabajadores (CUT), que esperan tener sus mayores concentraciones en Brasilia y Sao Paulo.

Sin embargo, las manifestaciones anunciadas por las organizaciones de centro-derecha que hace un año movilizaron a millones en las calles para exigir el juicio político a Dilma Rousseff fueron finalmente pospuestas aduciendo motivos de seguridad.

Una grabación ¿”manipulada”?

Temer lucha por sobrevivir políticamente desde que el miércoles en la noche el diario O Globo reveló una grabación en la cual presuntamente daba aval para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, preso por corrupción.

Esa comprometedora conversación forma parte de declaraciones premiadas de ejecutivos del gigante mundial de la alimentación JBS, entre ellos sus dueños Joesley y Wesley Batista. Fue Joesley el que grabó secretamente a Temer durante una reunión en la residencia presidencial a altas horas de la noche.

El Supremo Tribunal Federal (STF) abrió el jueves una investigación sobre el caso y el fiscal general, Rodrigo Janot, acusa a Temer de “obstrucción a la justicia” para impedir el avance de la operación ‘Lava Jato’ en una trama con más políticos donde hubo posible corrupción y organización criminal.

Un ejecutivo de JBS acusó a Temer también de haber recibido ilegalmente 15 millones de reales en 2014 (6,37 millones de dólares ese año) por actuar en favor de la empresa.

Después de haber proclamado su inocencia y de haber enfatizado que no dejaría su cargo, el mandatario rompió un silencio de casi dos días y contraatacó el sábado diciendo que esa grabación fue “manipulada y adulterada”.

El mandatario, que hace un año asumió el poder en sustitución de la destituida Dilma Rousseff, pidió al STF que “suspenda la investigación, hasta que se verifique la autenticidad de la grabación clandestina”.

El juez del alto tribunal Edson Fachin dijo que ese pedido será evaluado en el plenario el próximo miércoles.

Pero Janot volvió a la carga y pidió a la máxima corte que la investigación continúe, ratificando que la grabación pasó por una evaluación técnica y “presenta una secuencia lógica y coherente”.

Reunión vital del PSDB

Para evitar que prosperen los pedidos de juicio político en su contra, Temer necesita contener la erosión de su mayoría en el Congreso, que hasta ahora le permitió contrarrestar su impopularidad récord y votar polémicas medidas de austeridad.

El sábado, hubo la primera baja, la del pequeño PSB, pero todas las miradas están puestas en los socialdemócratas PSDB, el principal aliado del gobierno.

El partido, que no gobierna Brasil desde Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), se recupera aún de la caída estrepitosa de su presidente, Aécio Neves, que fue suspendido como senador esta semana al verse implicado también en las grabaciones de Batista.

La mesa directiva del PSDB tiene previsto reunirse a las 20h00 GMT en Brasilia para definir su posición.

Un ala es partidaria de salir para proteger sus chances de cara a las elecciones de octubre de 2018 y otra apuesta a la estabilidad del país, que empieza a recuperarse de la peor recesión de su historia, esperando que se aclare la situación de Temer.

En ese segundo grupo está el alcalde de Sao Paulo Joao Doria, para muchos un fuerte candidato presidencial.

Si el PSDB decidiera retirarle el apoyo, Temer estaría prácticamente sentenciado.

En paralelo, se acerca la reanudación del proceso en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de una denuncia que podría llevar a la anulación de las elecciones de 2014, en las cuales resultó reelecta la fórmula Rouseff-Temer.

La Constitución brasileña prevé que en caso de vacancia del poder en la segunda mitad de un mandato, el Congreso elija al reemplazante en un plazo de 30 días, para completarlo. Realizar elecciones directas exigiría una reforma constitucional. Zocalo.com.mx