IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Petróleos Mexicanos (Pemex) rematará 370 vehículos, entre ellos algunos que retiraron a funcionarios, como parte de las políticas de austeridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por los que espera recibir 16.2 millones de pesos.
El objetivo es monetizar activos improductivos e insertarlos para su venta en el Programa Anual 2019 de Enajenación de Bienes Muebles e Inmuebles de Pemex. El esquema contempla el retiro de autos que la empresa rentaba para gerentes, directores, subdirectores y administradores de las diversas regiones petroleras, por los cuales cubría un arrendamiento anual superior a 2 mil 200 millones de pesos en contratos que concluyen en 2023.
En el oficio DCAS-SSC-001/2019, con fecha del 4 de enero de este año y firmado por Idayalid Martínez Domínguez, subdirectora de Servicios Corporativos de la Dirección Corporativa de Administración y Servicios de Pemex, se notificó a directivos que deben entregar los vehículos en renta que les fueron asignados “como parte de las acciones de austeridad”.
El documento detalla que las unidades “deben ser entregadas en buenas condiciones, con inventario, documentos y la tarjeta que les permitía cargar combustible sin límites”.
La devolución de las unidades será por área y deben ser entregadas con base en los inventarios que tiene la empresa, una vez que fueron detectados excesos de mandos superiores, “que además de gozar de un bono para la compra de un vehículo, llegaron a tener asignadas hasta dos o más unidades rentadas”.
El pasado 4 de abril, EL UNIVERSAL publicó las modificaciones de la estructura orgánica de Pemex con el fin de “eliminar gastos excesivos, superfluos e improductivos que permitan liberar recursos que hacen falta en actividades sustantivas”.
Reducción de plazas y autos. Parte de la reestructuración implica suprimir 375 plazas del corporativo y de subsidiarias, entre mandos superiores, asesores, secretarios particulares, choferes y empleados de confianza de áreas administrativas.
La mayor parte de ellos tenía a su disposición no sólo un auto propiedad de la empresa, sino hasta chofer, pero a raíz de las modificaciones de la estructura orgánica les fueron retiradas las unidades, mismas que permanecen en los estacionamientos de Pemex, sin recibir mantenimiento.
En el contrato 2018-952-PMX-DOPA-PC-GCSSS-SA-AD-N-S, de 2018, referente al servicio de mantenimiento preventivo y correctivo del parque vehicular fuera de garantía de Pemex y sus Empresas Productivas Subsidiarias, se adjudicó de manera directa a la empresa Automotriz y Servicio Integral los trabajos con un valor de 650 mil pesos más IVA.
Por lo pronto, el Consejo de Administración de Pemex en la sesión 939 extraordinaria del 26 de marzo aprobó la desincorporación de 370 unidades en el acuerdo CA-030/2019 y fijó un programa de enajenación que iniciará en el segundo trimestre con la venta de 192 unidades, con valor de 8 millones 448 mil pesos.
En el tercer trimestre se rematarán otras 88, por las cuales espera obtener 3 millones 872 mil pesos. En tanto, para el cuarto trimestre serán ofertadas las restantes 90 unidades, con un valor de 3 millones 960 mil pesos.
De acuerdo con las estimaciones de la petrolera, se espera recuperar 16 millones 280 mil pesos por la desincorporación de estos activos.
La Dirección Corporativa de Administración y Servicios, a través de la Subdirección de Administración y Patrimonio, entregará un informe del inventario del programa al máximo órgano de gobierno de la petrolera en la última sesión ordinaria de 2019.
EL UNIVERSAL solicitó a Pemex la lista de los autos que serán rematados, modelos y entidad en donde fueron emplacados, así como el número de unidades rentadas y su costo, pero no obtuvo respuesta.
A partir de 2011 y con el surgimiento de la figura de arrendamiento vehicular en dependencias de gobierno, luego de que la Secretaría de Hacienda restringiera la compra de unidades en 210 dependencias, con la idea de tener ahorros en el gasto público, la petrolera recurrió a este esquema.
Sin embargo, en marzo de 2016, durante la comparecencia ante diputados, al entonces director de Pemex, José Antonio González Anaya, se le cuestionó por los contratos de arrendamiento vehicular que firmó su antecesor Emilio Lozoya y que comprometieron el pago de más de 4 mil 800 millones de pesos por la renta de 2 mil 252 camionetas.
Los legisladores detectaron en ese momento “sobreprecios de hasta 60% en comparación con vehículos similares arrendados por el IMSS”. Como parte del Programa Anual de Enajenación de Bienes Inmuebles 2019, Pemex también prevé vender desechos. Así, ofertará 33 millones de kilógramos de desechos con valor de 66 millones de pesos.