IMPULSO/ Miguel A. García
Toluca
El Panteón de la Soledad en Toluca vivió este miércoles una fiesta, cientos de familias atiborraron el lugar desde las primeras horas del día para celebrar a las mamás que se adelantaron en el camino y traerlas aunque sea un momento con una canción, un recuerdo o las flores que amaban en vida.
Autos haciendo fila para comprar flores, vendedores listos para ofertar todo tipo de alimentos, jóvenes con cubeta en mano alistados para limpiar los lechos de muerte, así como familias enteras caminando juntas para visitar a quien marcó para bien sus vidas, era la imagen que podía verse en varias cuadras a la redonda.
Lo que tradicionalmente es espacio de llanto y tristeza se convirtió por momentos en un encuentro entre familias. Algunos sentados como en la mesa del hogar reían contando las historias que vivieron juntos, otros rezaban y unos más pedían las canciones que le gustaban a ella, así lo dice para Impulso Claudia Bobadilla Martínez, quien, a 13 años de la pérdida de su madre, asegura que mantiene día a día una herida siempre abierta, desde entonces, acude cada 10 de mayo sin falta a visitarla y traerle las flores que tanto amaba en vida.
“Siguen viva para mí, está en las emociones que me provocaba, ella procuraba sacar lo mejor de cada persona, los recuerdos son bellos de cada palabra, de la infancia, de cada acción que hacía ella y por ello venimos muy gustosa a verla”, expresa.
Señalan la importancia de mantener el legado de aquellos de los ausentes al interior de la familia para que nunca mueran.
“Hay que recordarlas siempre y mejorar sus enseñanzas en nuestros hijos, esto es súper importante, nos hacen sentir nuevamente vivas”, finalizó.