- Alertó la especialista en Medicina Familiar del Instituto de Salud del Estado de México y Municipios, Nadia Torres Montes de Oca, quien señala como causas la ansiedad y el estrés.
A raíz de la pandemia, la ansiedad y el estrés se han convertido en trastornos comunes que influyen en la incidencia de otras enfermedades como es el caso de la parálisis facial, que se observa con mayor frecuencia en población joven y en edad productiva, alertó la especialista en Medicina Familiar del Instituto de Salud del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), Nadia Torres Montes de Oca.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), México ocupa el primer lugar en el ámbito mundial en estrés laboral, con 75% de su fuerza laboral bajo esta condición; siendo la población en edad productiva la que más lo padece y se vuelve vulnerable no sólo a los trastornos de salud mental, sino también otro tipo de afectaciones como la parálisis de Bell, conocida como parálisis facial que es una debilidad repentina en los músculos faciales.
Torres Montes de Oca explicó que la parálisis puede representar la pérdida total o parcial del movimiento de un lado de la cara, lo cual se debe a un fallo en el nervio facial que no recibe las órdenes nerviosas para los músculos principales del rostro y esto provoca que se paralice, porque ya no hay contracción muscular, no se puede levantar la ceja, mucho menos hay movimiento cuando sonríes.
México ocupa el primer lugar en el mundo en estrés laboral, con 75% de su fuerza laboral bajo esta condición.
La especialista del ISSEMyM explicó que en ocasiones la parálisis facial se asocia a eventos que conllevan mucho estrés, porque el sistema inmune baja y se ve comprometido, por lo que es más fácil adquirir un virus o tener una afectación en la salud.
Por tanto, resaltó la importancia de mantener la tranquilidad, en caso necesario consumir suplementos de vitamina B, o bien, cuando se tiene una situación de estrés crónico o depresión se debe acudir al médico especialista para recibir el tratamiento adecuado, para no dar sólo paliativos o remedios equivocados.
Destacó que los ritmos de vida acelerados provocan que la gente libere más adrenalina, así como algunas sustancias en el cerebro que provocan un estrés crónico que hace que todo el sistema inmune se disminuya.
La doctora recomendó cuidar la salud mental, tener un buen ritmo de sueño, considerar que sea de seis a ocho horas diarias, contar con una alimentación equilibrada y hacer ejercicio físico.
Asimismo, subrayó que cuando se tenga algún indicio de parálisis facial, se acuda con un médico calificado, ya que es fundamental desinflamar en las primeras horas y dar un tratamiento “agresivo” porque el nervio se queda estrangulado y se debe atender, porque de lo contrario se tarda más en recuperar la movilidad facial.