IMPULSO/Agencia SUN
San Luis Potosí
A Diego Armando Maradona le seguirá faltando esa ornamenta en su vitrina, la de un título como entrenador. El ex astro argentino y sus Dorados se quedaron a un paso de conseguirlo, pero el exceso de confianza los traicionó, para que el Atlético San Luis les arrebatara —por global de 4-3— la corona del Ascenso MX.
Aunque el Pelusa vio el juego desde la tribuna del estadio Alfonso Lastras, al cumplir una suspensión, el Gran Pez aplicó el futbol que se trabajó a lo largo de la semana. Además, con la ventaja de un tanto en la ida, los de Culiacán jugaron con la desesperación y la hostilidad del rival.
Gaspar Servio tuvo una noche más que exigida. Vivió de cerca la frustración de la fanaticada rival, al soportar constantes insultos y ser víctima de proyectiles. Incluso, un petardo explotó cerca de su cabaña, para romperle la concentración. Los propios jugadores locales salieron a calmar a su grada para evitar que estallara la violencia.
Con más intensidad que ingenio, los potosinos no pegaron primero porque no quisieron. Eso fue aprovechado por el olfato goleador de los sinaloenses, que sacudieron las redes con Vinicio Angulo y Edson Rivera.
Sin embargo, la grada contagió de ímpetu a sus potosinos, quienes mandaron el juego al alargue, con anotaciones de Nicolás Ibáñez e Ian González; Diego Barbosa, de Dorados, hizo un autogol.
El juego se volvió no apto para cardiacos. Era de ida y vuelta.
Los dirigidos por Diego Maradona se durmieron en sus laureles. Ya en el tiempo extra, Leandro Torres definió —con un remate de cabeza— el 4-3 global. Caída brutal, del cielo al infierno. Ni la mano de D10S, desde un palco, alcanzó a rescatar al Gran Pez, que con todo y subcampeonato fue la sensación en el Ascenso MX, aunque terminó sin premio.
Atlético San Luis acaba con la magia del “Pelusa”
IMPULSO/Agencia SUN
San Luis Potosí
A Diego Armando Maradona le seguirá faltando esa ornamenta en su vitrina, la de un título como entrenador. El ex astro argentino y sus Dorados se quedaron a un paso de conseguirlo, pero el exceso de confianza los traicionó, para que el Atlético San Luis les arrebatara —por global de 4-3— la corona del Ascenso MX.
Aunque el Pelusa vio el juego desde la tribuna del estadio Alfonso Lastras, al cumplir una suspensión, el Gran Pez aplicó el futbol que se trabajó a lo largo de la semana. Además, con la ventaja de un tanto en la ida, los de Culiacán jugaron con la desesperación y la hostilidad del rival.
Gaspar Servio tuvo una noche más que exigida. Vivió de cerca la frustración de la fanaticada rival, al soportar constantes insultos y ser víctima de proyectiles. Incluso, un petardo explotó cerca de su cabaña, para romperle la concentración. Los propios jugadores locales salieron a calmar a su grada para evitar que estallara la violencia.
Con más intensidad que ingenio, los potosinos no pegaron primero porque no quisieron. Eso fue aprovechado por el olfato goleador de los sinaloenses, que sacudieron las redes con Vinicio Angulo y Edson Rivera.
Sin embargo, la grada contagió de ímpetu a sus potosinos, quienes mandaron el juego al alargue, con anotaciones de Nicolás Ibáñez e Ian González; Diego Barbosa, de Dorados, hizo un autogol.
El juego se volvió no apto para cardiacos. Era de ida y vuelta.
Los dirigidos por Diego Maradona se durmieron en sus laureles. Ya en el tiempo extra, Leandro Torres definió —con un remate de cabeza— el 4-3 global. Caída brutal, del cielo al infierno. Ni la mano de D10S, desde un palco, alcanzó a rescatar al Gran Pez, que con todo y subcampeonato fue la sensación en el Ascenso MX, aunque terminó sin premio.