IMPULSO/ Marco A. Rodríguez Blásquez*
¿Será Meade el elegido de Peña?
La realización de un análisis político implica la investigación de hechos pasados y recientes que involucran a actores e intereses que están en juego y que permitan la toma de decisiones. Los aspectos económicos, políticos y sociales deben percibirse como parte de un mismo fenómeno para una análisis objetivo.
Lo anterior viene a comentario porque, en unos días más, el presidente Peña tendrá que definir quién será el candidato del PRI para la elección presidencial del 2018. Seguramente, el mandatario en su decisión consideró el entorno nacional e internacional, principalmente la relación con EE.UU., así como el perfil de quien será el elegido, pero también debe haber tomado en cuenta quien le garantizará lealtad una vez que deje de ser presidente y lo blinde contra los embates internos y externos a que son sometidos los ex presidentes.
Dos asuntos pendientes que tendrá que afrontar como expresidente son las denuncias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por los casos de las mujeres de Atenco y los desaparecidos de Ayotzinapa. Esta Comisión, cuya sede se encuentra en Washington, D.C., es un órgano de la OEA, donde tiene gran injerencia el Gobierno de EE.UU., por lo que será importante las relaciones que se tengan con este país.
Bajo este contexto, qué actores e intereses se mueven en el tablero político de Peña Nieto:
1. Dejar a su sucesor. Con posibilidades reales son Meade, Nuño y Osorio Chong, aún cuando éste no es bien visto en el país del norte. El primero posee un perfil técnico, el segundo podría definirse como un técnico político y el tercero como un político-político. ¿Quién de los tres garantiza concluir con las reformas iniciadas en este sexenio, más aún, con quién se asegura el triunfo?
2. De los tres, el que llegara a ser el candidato del PRI y obtuviera el triunfo electoral le daría continuidad al proyecto económico y social, teniendo que hacer ajustes en las asignaturas de seguridad, corrupción, empleo, transparencia e impartición de justicia. El triunfo en el 2018 estará definido por la estrategia desde los pinos, que ya se encuentra en operación e incluye a la mega estructura político-electoral priista y a los gobernadores de los estados dominados por este partido político, por lo que cualquiera de los tres personajes mencionados, tendría las mismas posibilidades de triunfar en las urnas en el mes de julio.
3. Sin desatarse aún la bufalada -cargada -, se han dado pronunciamientos a favor del secretario de Hacienda, destacándose el líder de los burócratas Joel Ayala y el empresario Claudio X. González. El primero de ellos afín a Manlio Fabio Beltrones y el segundo, líder vitalicio de los empresarios.
4. De igual manera, comunicadores han perfilado sus simpatías por Meade, como recientemente lo hizo el analista político y comentarista en el programa de Ciro Gómez Leyva, José Luis Camacho Acevedo, amigo entrañable con quien nos tocó colaborar en la Secretaría de Gobernación bajo el mando de Manlio Fabio Beltrones. Camacho, ahora convertido en vidente, además de mencionar a Meade como el candidato, también nombra al coordinador de campaña, al próximo presidente del PRI y a quien ocupará en los próximos días la Secretaría de Gobernación.
5. Sin embargo, lo que parece ser una realidad en la decisión del presidente Peña al nombrar como su sucesor a Meade podría ser un engaño al estilo Sun Tzu y tenernos reservada una verdadera sorpresa. Analicemos: al correr la candidatura del Secretario de Hacienda que posee un perfil de honestidad y es bien visto por líderes de Acción Nacional, se blindó de ataques a aquel que en realidad esté en la mente del presidente, además se ha obtenido apoyo de importantes sectores del PAN, de grupos empresariales y de un gran número de Sindicatos afiliados a la FSTSE.
6. En caso de no ser Meade el elegido, sería el puente entre el candidato y los grupos de apoyo que se han sumado a él, quienes difícilmente se sumarían a otra candidatura distinta a la del PRI.
* Director de BGC Consultoría Estratégica.
DATO:
: Dos asuntos pendientes que tendrá que afrontar Peña Nieto como ex presidente: las denuncias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por los casos de las mujeres de Atenco y los desaparecidos de Ayotzinapa.