IMPULSO/ Jorge A. Chávez Presa
Estado de Derecho y telecomunicaciones
Las telecomunicaciones (telecom) son fundamentales para el desarrollo económico. Hoy en día, la diferencia entre economías desarrolladas, emergentes y las subdesarrolladas la marca el acceso, la calidad y las tarifas de los servicios de transmisión a distancia de datos, voz e imágenes. Y para ello es importante que no haya concentración, para que se dé la competencia entre las empresas de telecom.
Los servicios de telecom, especialmente los de telefonía fija, telefonía móvil e internet, por citar aquellos con los que más familiarizados estamos, afectan nuestras vidas. En breve, lo que en un Estado se defina para atraer, retener y expandir inversión en la industria de telecom y de cómo van a competir las empresas de telecom, sí nos importa porque nos pueden beneficiar o perjudicar.
Todo esto suena muy sencillo. Sin embargo, la realidad es muy compleja. No sólo lo es porque en la industria de las telecom, además de certeza jurídica, la tecnología desempeña un papel muy importante al modificar los costos de entrada y salida y al hacer redundantes otros servicios. Por ejemplo, cada vez utilizamos más el teléfono celular que el teléfono fijo; nos atrae más la programación que escogemos ver (‘streaming’) que lo que ofrece la televisión abierta, etc.
También la vida real para las autoridades de las telecom es de gran complejidad porque afecta a consumidores y a todas las empresas que producen o prestan servicios en cada uno de los sectores de la economía. La población aspira a acceder a varios servicios de telecom que sean de muy buena calidad y a tarifas razonables. Por su parte, los servicios de telecom, al ser insumo básico de las empresas de bienes y servicios en todos los sectores de la economía, incluyendo los gubernamentales, pueden afectar seriamente la competitividad y productividad de toda la economía.
Por ello, además de disponer de reglas de juego claras y estables, se necesita de una infraestructura jurídica y de dotar a las distintas instancias ejecutivas y de regulación con las capacidades institucionales adecuadas. En México esto requirió dar bases constitucionales para delinear legislación, regulación y la intervención de autoridades de distintos poderes. Todo esto viene a colación porque la trascendental reforma en las telecom, al incidir en la organización industrial, esto es a la concentración en el mercado que permitía a Telmex y Telcel ignorar por completo a los usuarios domésticos y a las empresas, ha requerido de precisiones. Una de ellas se refiere al de la tarifa de interconexión.
¿En qué consistió el problema? Esta importante reforma dio autonomía al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) del Ejecutivo federal para hacerlo responsable de la regulación del sector y de la política de competencia en las telecom. Sin embargo, el Congreso de la Unión, al aprobar la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, se arrogó la facultad de fijar la tarifa de interconexión asimétrica. Con base en esa legislación secundaria el IFT se vio obligado a determinar que ATT y Movistar pagaran cero pesos a Telmex y América Móvil por tarifa de interconexión asimétrica (TIA), y a su vez que Telmex y América Móvil sí le pagaran a ATT y Movistar una cantidad positiva, pese a que el IFT ya había determinado meses antes una TIA. El uso de tarifas asimétricas es para reducir la concentración de mercado y así promover la competencia.
Telmex y América Móvil se inconformaron ante las instancias del Poder Judicial. Ahí, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que el Congreso de la Unión, al legislar, se extralimitó e invadió facultades del IFT establecidas en la Constitución.
Con base en esta resolución de la SCJN, el IFT publicó en esta semana la nueva TI asimétrica que ha causado gran polémica. ¿Por qué? Porque algunos creen que la TI cero fue la causante de la baja en el pago que hacemos ahora por la telefonía celular, y que ahora, al terminar con la TI cero, las tarifas aumentarán. Sin embargo, eso sería muy simplista. Para empezar, el IFT mantuvo la asimetría en las TI, lo cual evitará concentración y seguirá promoviendo la competencia.
Es importante tener presente que la TIA cero sí influyó en la baja de las tarifas, pero no fue la única causante. También influyó la entrada de un competidor de a de veras, ATT, al adquirir a Nextel y a Iusacell, lo que introdujo competencia e inició una guerra de tarifas. Lo bueno de todo esto es que se preservó la TIA y que se recurrió a la SCJN para dirimir una controversia entre particulares con la autoridad. Esto sí es una gran paso para demostrar que en México sí se puede hacer respetar el Estado de Derecho. @jchavezpresa