IMPULSO/ Agencia SUN
Coahuila
Al menos 20 toneladas de alimentos, artículos higiénicos y ropa, que donaron las familias saltillenses para los damnificados del sismo del 19 de septiembre pasado, están abandonados en una bodega de la Unidad Deportiva “Carlos R. González”, ubicada en el sur de la ciudad.
Cajas y paquetes con latas y alimentos no perecederos, botellines de agua, papel sanitario, servilletas, algunos abiertos, y bolsas negras con artículos diversos que fueron almacenados por el gobierno municipal.
Un paquete tiene pegado un mensaje de aliento de la persona que lo obsequió, para los compatriotas en desgracia: “Ánimo, no están solos, al mal tiempo buena cara”, dice.
El vigilante del lugar comentó que la ayuda no se mandó porque no había camión.
El alcalde panista, Isidro López Villarreal, declaró en entrevista: “Voy a investigar qué pasó”, luego dijo que los donativos los entregaría a la Cruz Roja, después, que a lo mejor, vería la manera de enviarlos la próxima semana a una de las zonas afectadas por el terremoto.
Horas después explicó, en un boletín de prensa de cuatro puntos, que el 23 de septiembre pasado enviaron un tráiler con más de 38 toneladas de apoyo a la zona de desastre en el estado de Morelos.
La ayuda se entregó a habitantes de cinco municipios de la sierra de Morelos: Jojutla, Jiutepec, Yautepec, Xochitepec y Zacatepec, detalló.
Aclaró que el centro de acopio continuó recibiendo donaciones que fueron resguardadas en la Unidad Deportiva “Carlos R. González”, las cuales serán enviadas este viernes 3 de noviembre a la misma zona serrana del estado de Morelos de la vez pasada.
“El gobierno municipal reitera su compromiso solidario con las personas afectadas por los sismos y agradece la ayuda brindada por los saltillenses”, puntualizó.
Dicho hecho que ha sido reprobado y causó la indignación de la sociedad, se conoció a través de redes sociales y fue exhibido este jueves por un medio local.
El director del DIF-Coahuila, Sergio Sisbeles Alvarado, lamentó la indolencia de las autoridades municipales y destacó que la colecta de víveres que coordinó el gobierno de Coahuila, que superó las 300 toneladas de ayuda se envió lo más pronto posible a los estados siniestrados.
Destacó la generosidad del pueblo de Coahuila y la coordinación de esfuerzos del DIF estatal con los municipales (excepto Saltillo), dependencias, sociedad civil, al gobierno de Rubén Moreira Valdés, a su esposa, Carolina Viggiano, y un ejército de empleados y funcionarios municipales, estatales y federales y voluntarios. Todos ayudaron en lo que pudieron, lo que facilitó su traslado, remarcó.