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Arqueología, una ciencia que estudia y pone al ser humano en su justa dimensión

La directora del Museo del Templo Mayor participó en el ciclo de charlas virtuales que el Museo Regional Cuauhnáhuac, dedica a la cultura en México

IMPULSO/ Redacción

Desde la arqueología, esa ciencia que se ocupa de interpretar la evolución del ser humano a través de los vestigios materiales que ha ido y va dejando sobre la tierra, la maestra Patricia Ledesma Bouchan ofreció una visión panorámica para enlazar a las sociedades antiguas con las actuales, al participar en el ciclo de charlas virtuales que el Museo Regional Cuauhnáhuac, Palacio de Cortés, dedica a la cultura en México.

En la transmisión, realizada por el canal INAH TV en YouTube, la directora del Museo del Templo Mayor instó a dejar de juzgar desde el presente, los hechos pasados.

“Un grave error que cometemos al acercarnos a ‘nuestra historia’ como humanidad e, incluso, como mexicanos, es mantener el pie y la mirada en la actualidad, sin considerar que las mentalidades se transforman y varían según el tiempo y el espacio.

”El ser humano –añadió–, trata de comprender todo cuanto le rodea. Analiza y se explica el mundo, lo desmenuza y lo acomoda en categorías para entenderlo mejor, razón por la que uno de los retos más apasionantes y complejos ha sido el estudio de sí mismo, responder qué nos diferencia del resto de los seres vivos y, quizá, el reto más grande, es la comparación entre nosotros mismos.

“Prevalece la idea de que siempre hemos pensado y vivido de la misma manera, y las disciplinas antropológicas como la arqueología, nos demuestran que nunca ha sido así. Es más, en el mundo de hoy no existe un pensamiento único, y eso explica las tensiones sociales que experimentamos. Comprender esto puede llevarnos a tomar decisiones más conscientes, para el bienestar individual y colectivo”, expuso la investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Para ejemplificar, la arqueóloga comentó que a raíz de la exposición temporal Tetzáhuitl. Los presagios de la conquista de México, algunos asistentes cuestionaron que los mexicas hubiesen considerado dioses a los invasores españoles, toda vez que notaron sus debilidades y fallas humanas.

A lo que ella respondió con otra pregunta: ¿Qué les hace pensar que para los antiguos pueblos indígenas, los dioses eran infalibles?

Y es que para las civilizaciones de Mesoamérica –en particular la antigua cultura nahua, de la que existen más testimonios escritos–, al igual que otras como la grecorromana, la relación que establecían con las divinidades era más “horizontal”, y estas podían materializarse en el mundo real. Incluso, señaló Patricia Ledesma, los prehispánicos podían “negociar” con estas entidades.

Tal cosmovisión colisionó con el pensamiento cristiano de Hernán Cortés y sus huestes. Para la fe católica, el comportamiento en vida de la persona determina su salvación o su condena, pero desde la perspectiva de las culturas nativas, lo que decidía la entrada a otro plano era el tipo de muerte: si era por causas naturales se accedía al Mictlan, si era por ahogamiento al Tlalocan, etcétera.

Esa forma ‘colaborativa’ de entender nuestra presencia en el mundo, podría ayudarnos a mitigar muchos de los males que padecemos en la actualidad, insistió la profesora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), en la videoconferencia difundida en el marco de la campaña “Contigo en la Distancia”, que impulsa la Secretaría de Cultura.

Para Ledesma, otro prejuicio vigente es considerar inferiores a las culturas prehispánicas con respecto a la española, heredera de la civilización occidental, en términos del conocimiento científico: “Como tal, este no se desarrolló sino hasta finales del siglo XVI. Y así como los nahuas creían que la luna era una olla llena de pulque que se iba vertiendo (en alusión a sus fases); para los europeos el satélite era una sólida esfera de éter”.

“Existen muchos textos de los conquistadores, en los que aseguran se les apareció un caballero en un corcel blanco para ganar la guerra contra los mexicas. No es gratuito que Santiago Apóstol sea la imagen que se venera en la iglesia del último reducto: Tlatelolco. De manera que lo divino estaba muy presente, tanto en el pensamiento indígena como en el europeo, de ese momento”.Patricia Ledesma Bouchan