IMPULSO/Redacción
Toluca
La memoria histórica es clave para construir la identidad del Estado de México, permite interpretar el pasado, avanzar hacia el futuro y reforzar la identidad de la sociedad mexiquense. Por ello, el Archivo General de Notarías es un pilar fundamental de la administración, ya que conserva más de 555 mil protocolos notariales de escrituras y 500 mil avisos de testamentos.
“El Archivo General de Notarías del Estado de México es una institución fundamental que nos permite resguardar el patrimonio de los mexiquenses y garantizarles su derecho a la propiedad y a la transparencia de los procedimientos registrales”, explicó el secretario de Justicia y Derechos Humanos, Rodrigo Espeleta Aladro.
Diez mil de esos archivos son parte de la etapa histórica del archivo, que comprende de 1558 a 1960.
Entre los documentos pueden contarse por ejemplo documentos de propiedad de esclavos, cuyas características se asentaban en documentos públicos de propiedad.
“Toluca también tuvo ese comercio de esclavos, hay diferentes escrituras que hablan de ese comercio, en este caso, tenemos un documento de la compra venta de un esclavo. Lo vende un vecino de la Villa de Toluca a otra persona de la misma vecindad; el esclavo se llama Mateo, tiene 24 años y es de Angola”, explicó Juana García, historiadora del Instituto de la Función Registral del Estado de México (IFREM).
El documento más antiguo resguardado en el Archivo, que se preserva en el IFREM, sectorizado a la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos, data de 1558 y da fe de la propiedad de una merced real. “Para que sea válido, tiene que presentar un croquis como éste, este croquis señala la porción de territorio que solicita, en este caso, podemos ver la iglesia, una construcción que de allí partía hacia el rededor”, detalló Emilia Delgado, otra de las historiadoras del IFREM.
Estas joyas históricas son resguardadas con equipo de última tecnología para que sigan dando cuenta de la evolución del Estado de México.
“Tenemos varias medidas de seguridad, deshumidificadores entre ellas, las cuales conservan o recaban la humedad de todos los pasillos, eso es lo que hace que podamos conservar en buen estado el papel que conserva el protocolo”, señaló Noemí Miraflores, jefa de archivo del IFREM.
Hoy por hoy, el espacio físico para garantizar la preservación de los protocolos notariales está llegando a su límite, por ello, el 2018 será un año clave, pues se llevará a cabo la ampliación de este edificio, un espacio que permitirá resguardar nuevas historias, contar desde los documentos la vida de los mexiquenses y garantizar la preservación de los protocolos, todo para dar transparencia y certeza jurídica a las propiedades de quienes habitan en el Estado de México.