IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
El arbitraje mexicano sigue en coma. Sueña con estar en otra Copa del Mundo, aunque su crisis esté cerca de dejarlos fuera por primera vez desde 1970.
Tras la polémica actuación durante la eliminatoria de Concacaf entre Costa Rica y Honduras (1-1), César Ramos Palazuelos comprometió su proceso para ser el único mexicano en pitar en Rusia 2018, fiesta a la que nazarenos nacionales no faltan desde México 70.
“Creo que el árbitro propuesto [Ramos Palazuelos] está todavía lejos de tener el nivel de gente como Arturo Brizio, Armando Archundia y Marco Ródríguez, que tuvieron lo necesario para ir a esas competencias”, criticó el ex árbitro Felipe Ramos Rizo.
El ex silbante manifestó su deseo de que Ramos Palazuelos no sufra las consecuencias de la polémica en el estadio Nacional de Costa Rica, donde la selección tica empató 1-1 a Honduras, durante los cuestionados seis minutos agregados.
“Normalmente, México presenta a su mejor árbitro en cada Copa. Hoy vemos que aún estamos muy lejos para dirigir en un evento así. Espero que no le afecte y vaya a Rusia a representar bien a México.
“El proceso es complicado, la FIFA y la confederación (Concacaf) analizan los torneos y después califican, así es como se decide qué árbitros van al Mundial”.
Por otro lado, el ex silbante Eduardo Brizio comparte que el gremio está hundido. “El arbitraje ahorita está a la baja. Después de 15 años con [Arturo] Yamasaki, que en paz descanse, se volvió un desastre, luego con Aarón Padilla y [Rafael] Mancilla se sumió en la peor crisis de la historia, y súmale un año de [Héctor] González Iñárritu que no hizo nada”.
A la preocupación se une otro ex silbante, Joaquín Urrea, quien lamentaría que no llegue un representante nacional a Rusia. “La falta de instrucción de estas generaciones hace que estén fuera de la élite, porque tienen miedo de sacar una tarjeta roja y porque no pueden arbitrar para ellos y cuidar su posición”, resaltó. “Esos son los defectos de nuestros árbitros que nos dejarían fuera”.