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Buenos Aires
La seguridad del presidente argentino, Mauricio Macri, volvió a quedar en entredicho por segunda vez en solo cuatro meses. Una decena de personas apedreó el vehículo en el que se desplazaba Macri y quebró dos vidrios en la turística localidad patagónica de Villa Traful. La presidencia argentina informó de la agresión a través de un escueto comunicado, en el que agregó que la agenda del jefe de Estado se mantiene sin cambios. El pasado agosto, Macri sufrió un ataque similar en la ciudad costera de Mar del Plata, unos 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Según el alcalde de Villa Traful, Nicolás Lagos, Macri aterrizó en helicóptero cerca de Villa Traful y se subió a una camioneta no blindada del municipio para llegar hasta el centro de esta localidad neuquina, situada a unos 40 kilómetros del lugar de descanso elegido por la familia presidencial para los últimos días del año.
El subsecretario de seguridad de Neuquén, Gustavo Pereyra, declaró en el canal televisivo TN que la agresión se produjo a pocos metros del centro de Interpretación e Información Turística que iba a inaugurar el mandatario. Minutos después, Macri defendió durante su discurso que Argentina necesita “un futuro sin violencia”.
Dos detenidos
La Policía ha detenido hasta el momento a dos presuntos autores del ataque durante un allanamiento en este pequeño pueblo. Según Pereyra, los sospechosos son integrantes del sindicato Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que representa a los empleados públicos. Se esperan nuevos allanamientos en las próximas horas.
Referentes de todo el arco político han condenado la agresión y se han solidarizado con el mandatario argentino a través de las redes sociales. “Condeno toda agresión, venga de donde venga y en todas sus formas. Las diferencias deben debatirse democráticamente y con diálogo político, por el bien de nuestra Argentina”, escribió en varios tuits el excandidato presidencial kirchnerista Daniel Scioli. “La violencia es la impotencia de los cobardes”, agregó Mario Negri, presidente de la coalición Cambiemos en la Cámara de Diputados.
El primero de los ataques contra el presidente tuvo lugar a mitad de agosto. Otro grupo de manifestantes insultó a Macri durante un acto celebrado en un barrio periférico de Mar del Plata y apedreó su automóvil cuando se retiraba del lugar, acompañado por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y autoridades locales.
Tras ese incidente, se reforzó la custodia presidencial y se anunció que Macri viajaría en camioneta blindada. La elección de un vehículo común es “decisión de la custodia presidencial”, respondió Pereyra al ser consultado. (Diario.mx)