“La reina de las proteínas vegetales: alga espirulina”
Por: Marletza
La primera vez que escuché hablar del alga espirulina fue en voz de una emprendedora peruana hace poco más de 10 años, buscaba abrir paso en Europa a los “super alimentos” o también conocidos “superfoods”.
En nuestra gastronomía mexicana y hablando de los tiempos prehispánicos muchos de estos ingredientes han sido parte de la dieta de aquella época y prácticamente de todas las culturas mesoamericanas.
Amaranto, chía y cacao de México. Y de otros países por ejemplo el ajonjolí (sésamo), coco, acaí, clórela, maca, lúcuma, baobab, quinoa, semillas de cáñamo, bayas de goji, lúcuma, etc.
Se sabe que el consumo del alga espirulina se ha dado en México-Tenochtitlán (Lago de Texcoco, vendida en los mercados, consumida en la dieta cotidiana y ceremonias. Se le conocía como tecuitlatl cuyo nombre en náhuatl hace referencia a aquello que se extrae de las rocas.
Sorprendente es saber, que dicha microalga también se encontraba al mismo tiempo del otro lado del mundo en Kanembu, el Lago Chad (África). No es hasta el siglo XX cuando empezó a cultivarse para uso industrial. Actualmente, se produce en Estados Unidos, China, India y Chile.
Se considera un suplemento nutricional al aportar vitaminas, minerales y proteínas que contribuyen al aumento de la masa muscular. Además, es antioxidante, desintoxicante, regula la presión arterial y el colesterol, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, contiene ácidos grasos (aminoácidos), calcio, magnesio, zinc y hierro. Le atribuyen propiedades para la mejora de la visión y la piel; así que es recomendable te hagas una mascarilla a base de espirulina.
Se le conoce como “alga azul” y en la actualidad se encuentra en polvo y comprimidos.
Eso sí, su sabor es bastante intenso por lo que te recomiendo beberla en jugos o batidos de frutas.
También está muy de moda que en las cafeterías “veganas o vegetarianas” se espolvoree espirulina en cocteles de fruta acompañados de yogurt. Para la hora de la comida puedes preparar un aderezo de esta alga con aceite de oliva y limón para acompañar tu ensalada.
Dentro de mis recuerdos como demostradora de “super alimentos” solía añadirla a modo de sal o pimienta en sopas, pures y cremas de verduras. ¿Y saben que resultaba un éxito para los paladares de los españoles?, yo se la añadía al guacamole.
Si eres de los que disfruta cocinando al estilo internacional; pruébala en hummus (puré de garbanzo), salsas picantes mexicanas, tortillas de maíz y cualquier “antojito” con espirulina, risottos italianos, tortilla de papa a la española, sopa miso japonesa o una hamburguesa muy americana.
Y si te gustan los postres, puedes incluirla en la receta de pasteles, galletas, helados, crepas, bolitas energéticas, tartas o panqueques. También, se le puede agregar a panes obebidas calientes como un té. Otra idea es en aguas de frutas.
Ya para terminar: ¿Sabías que los astronautas consumen espirulina? ¡Atrévete a incluirla en tu dieta!
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