El verdadero caballo negro
IMPULSO/ Ernesto Hernández Alarcón
Con solo dos equipos prácticamente calificados, el cierre de la actual temporada de la NFL comienza a apretarse en forma cada vez más rígida, pues en ambas conferencias un total de más de veinte equipos podrían colarse a la postemporada.
Uno de los partidos más atractivos será entre los sorprendentes Vaqueros de Dallas y los Gigantes de Nueva York. Este último ha sido el único conjunto que ha logrado doblegar a los de la estrella solitaria, y aunque el escenario en esta ocasión es en casa Neoyorkina, se antoja una empresa mucho más compleja que la lograda en la jornada inicial.
Debemos recalcar dos puntos: el primero, la manera como se han desarrollado Dak Prescott y Ezekiel Elliott, la amalgama que ha logrado, hemos comentado reiteradas ocasiones, en definitiva los dimensiona a un espectro superior comparado con la quimera de aquellas fechas de septiembre.
El otro punto determinante es la baja definitiva de Jason Pierre Paul de los Gigantes, un elemento que durante algunas sesiones había resentido una baja de juego, quien a mediados de año sufriría un accidente imprudencial que le costaría un par de dedos.
Con toda esta adversidad, JPP parecía regresar al nivel mostrado cuando los Gigantes fueron campeones del Super Bowl 46. Mala suerte para este jugador y pésimas noticias para Eli Manning y compañía, que demostraron estar un tanto inflados después de su derrota ante los Acereros de Pittsburgh.
Mi pronóstico: en el papel, los Vaqueros serían favoritos, pero sabemos que en los enfrentamientos entre divisionales el margen de error podría marcar la diferencia, por ello, este partido se definirá hasta los últimos minutos y cualquiera de los dos podría alzarse con la victoria.
Los actuales campeones, Broncos de Denver, semana con semana evidencian claras señales que nos invitan a pensar que un bicampeonato es un sueño remoto. Su ofensiva no ha logrado carburar, en específico en el ataque terrestre.
Ni Trevor Siemian ni Paxton Lynch figuran como mariscales de campo que los puedan llevar lejos. Su competente defensiva los ha mantenido como protagonistas, pero sus frontales han empezado a tener algunos problemas para defender la corrida. Me atrevo a pronosticar que en febrero serán destronados.
En esta Conferencia Americana me gustan como “underdogs” los Cuervos de Baltimore. Con esa unidad defensiva, nombres como John Harbaugh y Joe Flacco en los timones, y su destino casi en sus manos (a reserva de lo que pueda hacer la escuadra de Pittsburgh), este equipo le puede pegar hasta a los favoritos Patriotas de Nueva Inglaterra o los hormonales Raiders de Oakland. Así es, Baltimore, no Kansas City, es el “caballo negro” de este costado de la NFL. Abundaremos.