IMPULSO/ Ernesto Hernández Alarcón
Las trampas mentales
Ya definido al cien por ciento el panorama de los Play-Offs de la NFL, hagamos un apunte de lo que considero serán los equipos más peligrosos para llegar al evento deportivo más importante en el orbe: Super Bowl LI.
Estoy seguro que las casas de apuesta, los analistas, comentaristas, aficionados e inclusive muchos entrenadores de la NFL, vislumbran como grandes favoritos a los Patriotas de Nueva Inglaterra. Vaya, hasta los Dioses de la NFL deben verlos con recelo.
Me parece que una de las tantas armas y uno de sus principales activos, con los que cuenta este equipo también controversial, son su tridente de entrenadores: Matt Patricia y Josh McDaniels, coordinadores defensivo y ofensivo respectivamente y por supuesto el ya inalcanzable Bill Belichick.
Altos niveles de inteligencia, experiencia y coordinación rodean a este equipo de estrategas, que han impreso una disciplina y operación impecable en todos los costados del conjunto liderado por Tom Brady. Lo hemos comentado en este espacio en más de una ocasión, ningún conjunto de la AFC cuenta con estas cartas credenciales, tal vez a excepción de los Acereros de Pittsburgh, quienes emergen en forma clara como el rival que nadie quisiera toparse en estas eliminatorias, pero que también han evidenciado señales de inconsistencia.
Por otra parte, me llaman la atención los Raiders de Oakland, por el tema de la lesión de Derek Carr y, al mismo tiempo, me confirman una teoría. Por lo menos hasta lo que pude percibir en su último cotejo de temporada regular, donde sucumbieron estrepitosamente ante los Broncos de Denver, en especial por los estragos a la ofensiva, quedó en relieve que Jack Del Río es un entrenador con una visión muy limitada para realizar ajustes, mismos que cualquier ´coach´ de alguna organización en esta liga debe de saber ejecutar ante las virulentas e inevitables lesiones.
Estoy de acuerdo en que perdieron al principal pilar de su ataque, pero, en honor a la verdad, esta versión de los “malosos” está plagada, si no es que sobrada, de talento y calidad. Su línea ofensiva es de altísimo nivel y su cuerpo de corredores y receptores es de alto calibre, y ni hablar de su defensa que cuenta entre otras cosas con el binomio de súper lujo de Khalil Mack y Bruce Irvin. El citado Del Río es más bien un buen motivador, pero es probable que le acomode grande en un futuro el proyecto de Oakland.
Asimismo, los Jefes de Kansas City parecen fuertes contendientes, se robaron la División del Oeste y, ciertamente, estaban debajo de los Broncos de Denver y los Raiders de Oakland en los pronósticos de inicio de temporada. Andy Reid ha hecho lo que acostumbra: construir grandes expectativas al ingresar a la postemporada.
Pero, insistimos, ni Reid, mucho menos Alex Smith, tienen pasta de campeones. La historia nos ha enseñado que por alguna extraña trampa mental, estos dos conspicuos personajes, en momentos que deben alcanzar la gloria o cerrar la pinza en situaciones clave para ejecutar y ganar, simple y sencillamente fracasan en el intento. Las Águilas de Filadelfia y los 49´s de San Francisco son tristes testigos de lo anterior.
El próximo Sábado, arranca la ronda de comodines de este lado de la NFL y pienso que los Acereros de Pittsburgh deben arrasar a los Delfines de Miami, mientras que los Raiders de Oakland, con algunas dificultades, doblegarán a los Texanos de Houston, que, por una circunstancia con tintes paradójicos, deberán recurrir a Brock Osweiler, quien representa su apuesta millonaria y uno de los principales fiascos de la actual sesión. Abundaremos.