IMPULSO/ Ernesto Hernández Alarcón
JORNADA 16 NFL 2016
El panorama de la NFL para la postemporada cada vez está más claro, al término de la jornada dieciséis de la actual sesión, casi todas las posiciones para competir por la fiesta grande de enero próximo ya se encuentran definidas. Hagamos algunas reflexiones.
La gran pregunta es ¿alguien puede detener a los Patriotas de Nueva Inglaterra en la Conferencia Americana? Después de la lesión de Derek Carr de los Raiders de Oakland, uno de los pocos equipos con el arsenal suficiente para dicha empresa, todo parece indicar que el terreno para llegar al Super Bowl se está allanando para Bill Belichick y compañía.
Su experiencia en estas instancias, la ventaja de jugar siempre en su territorio (a reserva del resultado de Oakland en la última jornada), su contundente ataque y su defensa bien disciplinada son sólo algunos de los tantos factores que observamos como determinantes para que arriben inclusive como favoritos al juego grande.
Descartando completamente a escuadras como Delfines de Miami, Texanos de Houston (que aterrizan en postemporada con mariscales de campo suplentes). Por otro lado, Acereros de Pittsburgh quienes, según muchos analistas, poseen el mejor trío ofensivo de la NFL, pero levantan interrogantes en su costado defensivo, y los Jefes de Kansas City, que presentan un conjunto bien balanceado, pero dirigidos por un Alex Smith que siempre he considerado muy limitado, en especial, en pases profundos y verticales, son los dos equipos que podrían brindar una buena batalla a Tom Brady. El Gillette Stadium se vislumbra como una aduana más pesada que cualquier muro que Donald Trump pudiera construir.
La Conferencia Nacional es tal vez más complicada e impredecible, en lo personal, había apostado por los Halcones Marinos de Seattle, pero las lesiones de Earl Thomas y Tyler Lockett han evidenciado un desbalance en un equipo que por ahora luce como el más volátil en este lado de la NFL. Por supuesto, si esa volatilidad apunta al lado positivo y con la experiencia con la que cuentan, seguiré inclinándome por ellos para el Súper Domingo.
Existe una gran algarabía alrededor de los Vaqueros de Dallas y muchos los consideran favoritos. Pienso que existen tres elementos que los marginarán en los play-offs: 1) su defensiva tiene debilidades clave; 2) sus dos principales pilares, a final de cuentas, son novatos; 3) Jason Garrett ha mostrado todo su arsenal y estilo de juego, su capacidad para innovar o reajustar es limitada.
Vayamos con los dos conjuntos con los mejores mariscales de campo: Empacadores de Green Bay y Halcones de Atlanta. Sin duda, Aaron Rodgers y Matt Ryan son pasadores que pueden garantizar un ataque aéreo de primer nivel, pero sus defensas tienen muchas carencias, que si bien las han disminuido, no las convierten en unidades ni remotamente de alto calibre y ello, sabemos, es fundamental en estas instancias.
Por último, los Gigantes de Nueva York, en el papel (por increíble que parezca), son el cuadro con mayor potencial de la NFC. A pesar de que su ataque terrestre es demasiado deficiente, se “supone” que cuentan con un mariscal de campo y ofensiva aérea de elite: Eli Manning y un cuerpo de receptores peligrosos encabezado por Odell Beckham Jr. Sin embargo, la realidad es que Manning ha sido demasiado irregular, lo que invita a pensar que aquellos años en que se “encendía” en momentos críticos han quedado muy atrás.
Pero, por otra parte, su defensa sin duda la catalogo al nivel que la de Seattle y, por consiguiente, como de las más peligrosas de los “play-offs”. Nombres como Collins, Jenkins, Apple, Rodgers-Cromartie y Olivier Vernon empiezan a formar un grupo que puede detener a cualquier ofensiva. Recordando la experiencia del anterior Super Bowl que se definió por este parámetro, entonces, los Gigantes son de cuidado. Abundaremos.
