IMPULSO/ Ernesto Hernández Alarcón
El mejor regalo de Navidad
Hacía bastante tiempo que no degustaba las fiestas decembrinas como lo haremos en esta ocasión. Todo un fin de semana repleto de vibrantes y decisivos juegos de NFL, apuntando a la penúltima jornada de esta temporada, en camino al Super Bowl LI.
Lo único que faltaba para constatar que los Patriotas de Nueva Inglaterra son los grandes favoritos para ganar el Super Bowl era que su defensiva luciera dominante.
A pesar de que los Broncos de Denver han tenido problemas al ataque, en honor a la verdad, apreciamos la unidad de Matt Patricia bastante conjugada y de alta reacción, mismo enfoque que tuvieron en el encuentro contra Baltimore, sin duda, mejor ofensiva que la de Denver.
Con la ventaja de jugar en casa casi en el bolsillo, sería la sorpresa del año que alguien los detuviera en postemporada. Bajo mi apreciación, solo dos equipos de la Conferencia Americana podrían lograr esa complicada hazaña. Los Raiders de Oakland, con agresividad en ambos costados que los convierte en un equipo balanceado (aunque deben ajustar con prontitud el sector de la secundaria).
Si Bruce Irvin empieza a tener más impacto, hará una mancuerna con Khalil Mack equiparable a la que hicieron el año pasado Von Miller y DeMarcus Ware. Sin embargo, un equipo con pilares tan jóvenes se antoja difícil para salir avante ante la amplia experiencia de Bill Bellichick y compañía.
Así mismo, en la capacidad de estrategia, considero que existe una diferencia abismal entre este último y Jack Del Río. Los Acereros de Pittsburgh tienen el arsenal ofensivo y el oficio de Nueva Inglaterra en instancias de eliminatorias, pero su defensa todavía no me convence aún al cien por ciento.
Y los Jefes de Kansas City, con Alex Smith en los controles, están destinados a ser simples pretendientes, con todo y esa gran defensa. Así mismo, recordemos que Andy Reid ya fue dominado por el “monje” en aquel Súper Bowl XXXIX.
En la Conferencia Nacional, el panorama es un poco más confuso. Los Vaqueros de Dallas regresaron a la senda del triunfo. Lo mejor de esta victoria fue el hecho de calmar las aguas de una posible controversia por el tema Prescott-Romo. El novato es claramente quien debe llevar las riendas del equipo Texano hasta donde sea que lleguen en esta temporada.
Los Halcones Marinos de Seattle, con todas las interrogantes que los rodean y a pesar de sufrir la muy sensible baja de Earl Thomas, son demasiado peligrosos en Enero. Su tendencia en los últimos años ha sido de ir carburando poco a poco y dicho patrón parece repetirse este año.
Y hablando de patrones repetitivos, los Halcones de Atlanta van que vuelan, literal y metafóricamente hablando, para quedarse a medio camino. Parecen muy contundentes, sin duda su ofensiva es de altísimo nivel, creo que le ganarán la división a Tampa Bay y tal vez sean el segundo mejor sembrado de la NFC, pero sin una defensa de buen calibre, no podrán competir a gran escala.
En lo personal, me mantengo escéptico, pero todo parece indicar que los Gigantes de Nueva York podrían ser la gran revelación de esta actual sesión. Su defensiva esta accionando al nivel de la respectiva de los Halcones Marinos, y la percibo más competente que la de Detroit y Tampa Bay (ambas de respeto).
Y estamos hablando que tienen dos bajas fundamentales: Jason Pierre Paul y Janoris Jenkins. Si Eli Manning emerge como alguien con ese apellido y su ataque terrestre encontrara más contundencia, podrían colarse al juego grande. De solo imaginarme una tercera contienda Gigantes vs Patriotas y pensar que la “tercera es la vencida” se me eriza la piel. Abundaremos.