- El coordinador del Centro de Investigación en Ciencias Económicas de la Facultad de Economía de la UAEM, Pablo Mejía Reyes señaló que ya era difícil ante una caída de 70% de este factor, en las últimas cuatro décadas.
El Estado de México tiene el gran desafío de reducir la pobreza laboral en la que se encuentran miles de trabajadores, pues 42.9%de la población no puede adquirir la canasta alimentaria con su ingreso laboral, como se observa en los indicadores del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza por Intervalo de Salarios (ITLP-IS), del tercer trimestre de 2021.
El coordinador del Centro de Investigación en Ciencias Económicas de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Pablo Mejía Reyes, al referirse al problema de la pobreza laboral, destacó como una de las causas que desde hace cuatro décadas el poder adquisitivo de los trabajadores se redujo 70% y con los dos años de pandemia de Covid-19 y ahora con la inflación, se estancará aún más.
El Semáforo Económico de la organización “México cómo Vamos”, con los datos de Coneval y de la Encuesta Nacional de Empleo (ENOE), muestra que el Estado de México aumentó la pobreza laboral al pasar de 34.8% en 2020, a 42.9% en 2021.Con ello, la entidad mexiquense se encuentra en semáforo rojo, con tres puntos porcentuales más que el mayor nivel registrado en el ámbito nacional, el cual es de 40.7%.
Pobreza aboral aumento en un año de pandemia 23.27%, al pasar de 34.8 en 2020, a 42.9 puntos porcentuales en 2021, por arriba de la media nacional que es de 40.7%
Ante esos indicadores, el también profesor investigador de la Facultad de Economía, Pablo Mejía explicó que uno de los efectos nocivos que tiene una economía de mercado como la nuestra, radica en que se ha basado en abaratamiento de la mano de obra como fuente de competitividad en los mercados internacionales.
“No es desconocido que México se ha convertido, en un bien maquilador y en su mano de obra es barata”, subrayó. Inclusive, dijo que se debe considerar que desde finales de los 70 hasta nuestros días, la pérdida del poder de compra de los trabajadores es sustancial y la gente no tiene la capacidad de adquirir todos los bienes y servicios que necesita.
Señaló que con el aumento de los salarios mínimos se empezó a mejorar el poder de compra de un sector significativo de la población, pero no ha sido suficiente, pues aunque la inflación sea de 7%, existen productos cuyos costos han crecido sustancialmente, hasta 50% más de su valor y la gente no puede adquirirlos.
Aunque se señala una inflación de 7% hay algunos productos y servicios cuyo precio se incremento hasta 50%
Asimismo, indicó que es complicado conseguir un aumento salarial sostenido, porque si las empresas no mejoran su productividad, los puede llevar a un problema financiero, de ahí que hayan aceptado ciertos incrementos en los salarios de los trabajadores, porque en el fondo los patrones saben que pagan por debajo de lo que les corresponde.
Ante ello, planteó como alternativa elevar la competitividad, porque de esa forma se mejorará la productividad de una empresa, se podrán elevar los salarios y se creará un círculo virtuoso.
