IMPULSO/Tatiana Clouthier
Artículo
Todo parece indicar que, hasta el día de hoy, poco hemos entendido que el mensaje que la sociedad mandó con su voto fue de un cambio radical. A qué me refiero con esto, pues, ni más ni menos, recordar que la gente conocía las propuestas de Andrés Manuel, de su gente y de sus proyectos y fue eso lo que terminó votando.
Si recordamos, a lo largo y ancho del país, López Obrador no dejó de mencionar sus proyectos clave, que van desde el de aumentar la pensión a la gente de la tercera edad, como el de “Jóvenes construyendo el futuro”, pasando por la siembra de los árboles frutales y de producción maderera, hasta llegar al tren del sureste entre otros.
Andrés Manuel tampoco dejó de lado comentar que buscaría echar atrás la reforma educativa, ni que utilizaría los medios a su alcance para pacificar al país.
Ante esto es de llamar la atención que ahora, algunos quieran mostrarse sorprendidos sobre lo que repitió desde enero hasta el último día en el Estadio Azteca. Si revisamos, no hay sorpresas.
Por otro lado y si nos vamos a cosas más complicadas, siempre mencionó la necesidad de un plan de austeridad que comprendiera todos los poderes en el país. Claro está que hay una división de los mismos y que la ley no es retroactiva. Más no por eso no dejará el próximo presidente de hacer el llamado a que todos cooperemos no sólo en la austeridad, sino también en la eliminación de privilegios.
Ahora lo que toca es esperar y empezar a dibujar el rumbo con caminos claros y detalles para que el Plan Nacional de Desarrollo arranque en tiempo y forma y el próximo primero de diciembre el país ahora sí actúe y rinda cuentas de la ruta prometida.
El ánimo de muchos, pero muchos mexicanos está excelente. La esperanza plasmada en la sociedad también ya se mostró una vez más hacia el Presidente virtualmente electo.
Andrés Manuel se ha mostrado y se sigue mostrando como es, al natural. Igual lo vimos en traje de baño con su esposa e hijo en Chiapas, que como lo vemos diariamente en su Jetta, o comer con el amigo, el líder y el humano de siempre.
Que quede claro, que los tiempos y las formas sí importan y que este Gobierno por venir ya tiene un sello diferente.
Sin embargo esta ola y mensajes dados por la sociedad ya tocaron otros ámbitos como medios de comunicación —que han hecho ajustes en sus directivos, ventas que se escuchan e inversiones en otros— y no cabe duda de que las redes sociales siguen jugando un papel en todo este caminar.
La rapidez con la que transita la información y la velocidad con la que ésta llega a todos los rincones del país, cambian la dinámica cotidiana de la manera de ejercer el periodismo, la comunicación e incluso la manera en que nos comunicamos entre actores políticos.
