Sanar desde el alma
Amo las flores porque me recuerdan la impermanencia… El budismo
nos hace tomar consciencia de esta realidad cambiante.
Por Patricia Fuentes Hurtado
Son sutiles, benignas y apacibles… son Flores de Bach y curan el alma. No son
un remedio herbolario común; de ellas se extrae la esencia que permea a través
de nuestros centros energéticos (chakras) para reestablecer el equilibrio en
nuestras emociones.
El médico inglés Edward Bach, tuvo el tesón de buscar para sí, la cura de una
enfermedad desconocida a principios del siglo pasado. Estudios e intuición lo llevó
a concluir que todo mal somatizado tiene un origen emocional.
Los contundentes resultados lo hicieron transitar desde los más sólidos
conocimientos de la ciencia hipocrática hasta los sutiles matices de la sabiduría
paracelsiana. Fue así que dio al mundo el Sistema Floral Bach integrado de 38
flores que abarca todo el espectro emocional.
El doctor Bach demostró que la esencia floral actúa sobre el estado de ánimo,
compensando el sistema nervioso y estabilizando el pensamiento, por eso muchos
síntomas físicos desaparecen. No inciden sobre la enfermedad ni el cuerpo físico,
sino sobre el estado de ánimo implicado en la enfermedad.
Definió a la enfermedad como una desarmonía prevaleciente entre los 5 planos de
los que se compone el ser humano: físico, emocional, mental, social y espiritual.
Las Flores de Bach, son reconocidas por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) como medicina complementaria compatible con otros tratamientos médicos
que coadyuvan de forma significativa a recuperar el equilibrio.
Fueron descubiertas entre 1926 y 1934 y clasificadas en 7 grupos emocionales:
miedo, incertidumbre, soledad, vulnerabilidad, preocupación excesiva por los
demás (manifestado como amor asfixiante, manipulación, chantaje, cizaña),
abatimiento, y falta de interés en el presente (vivir en el pasado o futuro).
Según la emoción a tratar, las fórmulas se personalizan, pero existe una
denominada Rescue Remedy y se utiliza en casos extremos de abatimiento,
duelo, enfermedades incurables, shock, accidentes y vivencias que derivan en
pánico.
Las flores trabajan de manera suave y pertinaz para llevarnos a un estado de
consciencia que indiscutiblemente redundará en salud.Con ellas equilibramos
nuestras emociones, sanamos nuestro cuerpo.
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